Un millón y medio de euros por daños morales. Es la indemnización que el exnarcotraficante Laureano Oubiña reclama a los creadores de la serie Fariña, que recreó el auge de los clanes de la droga en Galicia durante las décadas de los años 80 y 90.
Oubiña demandó a la productora Bambú Producciones y a las cadenas que emitieron la serie, Atresmedia y Netflix, por varias de sus escenas en las que aparecía encarnado por el actor Carlos Blanco, al entender que se había atentado contra su honor y contra su propia imagen.
Tras no llegar a un acuerdo en el acto previo de conciliación, será el juzgado de instrucción número 3 de Vilagarcía de Arousa el que deba resolver este conflicto.
El juicio se celebrará este martes 21 de noviembre, a partir de las nueve y media de la mañana.
Entre las escenas que más habría ofendido al histórico narcotraficante, según recoge la demanda presentada, estaría el inicio de la serie en la que el Laureano Oubiña de ficción aparece manteniendo relaciones sexuales con su segunda esposa, Esther Lago.
Además, niega, como se refleja en la serie, haber financiado campañas políticas en Galicia o haber traficado con cocaína, limitándose su actividad al contrabando de tabaco y al hachís.
Oubiña sostiene que esta serie ofrece una visión distorsionada de su persona, al incluir hechos "que no son ciertos" y que perjudican su imagen pública al ser una "mera y burda invención".
Entre los testigos que pasarán por los juzgados de Vilagarcía estarán responsables de las tres compañías demandadas o el periodista Nacho Carretero, autor del libro homónimo en el que está basada la serie y que fue todo un éxito de ventas.