La ciudad francesa de Niza acogió este fin de semana, con calor y 26 grados de temperatura en el agua, la final del Campeonato del Mundo de Ironman 70.3 en el que, contra todo pronóstico, se proclamó campeón el joven noruego de 23 años Gustav Iden. Acabó con un tiempo de 3:52:13.
Sin embargo, a pesar de que las previsiones indicaban que el pentacampeón olímpico Javi Gómez Noya aspiraba a subirse al podio, el gallego tuvo que conformarse con la séptima plaza, acabando la prueba a 8:55 del campeón.
Por su parte, Pablo Dapena no pudo cumplir su objetivo. El pontevedrés, que prefería encarar la prueba sin grandes presiones, pretendía aún así terminar la competición en el top 10 de la misma. Y no fue así.
Ya poco después de comenzar el segundo tramo, el podio estaba decidido. Tan sólo hacía falta tiempo para determinar el orden del mismo. Algo más atrás, Noya peleaba por abrirse hueco y aumentar sus posibilidades. Pero el trayecto a pie le pasó factura. Se quedó descolgado de la cabeza de carrera, perdiendo definitivamente opción de medalla.
Dapena bajó de la bicicleta en vigésima tercera posición y, después de hacer una de sus mejores carreras a pie, consiguió escalar nada menos que ocho plazas y terminar, aunque con un resultado más bajo del deseado, en el decimoquinto puesto a 14:20 del ganador.