Las catorce piezas escogidas por el jurado profesional del certamen Novos Valores ya se pueden contemplar desde este jueves en Pontevedra. Entre ellos, están los trabajos de los ganadores de las becas de la edición de 2021: Rebeca Lar, Adrián Solleiro, Diego del Río y Daniel Cerecedo.
La muestra estará abierta hasta el 12 de septiembre en el Edificio Sarmiento del Museo de Pontevedra.
El director del Museo, José Manuel Rey, ha destacado que las piezas premiadas fueron elegidas por unanimidad y según manifestó el jurado tras la selección, estas presentaron "cargas conceptuales y reflexiones importantes", además de ser variadas en su temática.
Los artistas que recibieron la bolsa agradecieron el reconocimiento a su trabajo al entender, según Rebeca Lar, "que en muchas ocasiones sin este apoyo no podríamos seguir creando". Diego del Río ha añadido que espera que esta oportunidad "nos abra muchas puertas".
La viguesa Rebeca Lar participa en la muestra con la pintura "Sen título (sobre paseos e arrepentimentos)", que reflexiona sobre el paisaje y aborda tres cuestiones: los conceptos de arrepentimiento y paseo y la idea del proceso artístico.
En ella, ha explicado la autora, "quise establecer un juego conceptual con la figura del arrepentimiento, ese proceso que aparece una y otra vez en la historia del arte como una suerte de corrección de las pinturas que es visible en el resultado definitivo".
La escultura "Reflexión" de Adrián Solleiro (Tui) es una pieza figurativa modelada cuya imagen que "juega" con un espejo, a través de una ilusión óptica que genera ver el molde de un rostro.
"El espectador, por la cercanía de la figura al espejo, solo puede ver el rostro en el reflejo y, ayudado por la pintura, puede llegar a percibir esa sensación extraña de dudar si está en positivo o en negativo, como si se tratara de un holograma”, es suficiente el autor.
Diego del Río, natural de Ferrol, consiguió la beca de Novos Valores gracias a la obra "Ras al Habout II", una continuación de la pieza presentada en la edición de 2019. Se trata de una serie de 21 cuadros de 50x25 de pintura al óleo sobre soporte de aluminio.
En ella, busca con ella indagar en la experiencia de los viajes del artista a Marruecos y Varese "como acto de resistencia ante el nuevo individualismo".
Finalmente, Daniel Cerecedo (A Pobra do Caramiñal) consiguió también una beca gracias a la obra "Picasso y Richter (después de)", que tiene su origen en la competición artística entre Zuxis de Heraclea y Parrasio de Éfeso para determinar cuál era el mejor pintor del momento.
El autor simula un concurso similar de manera ficticia y actualizada, en el que se propone el reto de realizar obras basadas en Picaso y Richter sin emplear pintura (a través de la tecnología) y enfrentar a los dos artistas a una imagen generada con la computadora, un código QR.