- Señoritas, empezamos la clase, saquen sus costureros, que hoy les enseñaré a hacer punto de cruz, que ya saben que coser empodera mucho.
Una única frase y en apenas 23 palabras resume el funcionamiento de la enseñanza y el papel que se asignaba a la mujer en España durante 40 años. La pronunció este jueves en el instituto Luís Seoane de Pontevedra Josefa, maestra durante el franquismo interpretada por la actriz del Aula Municipal de Teatro de Pontevedra Pilar Boullosa, y con ella cerró media hora de teatro, de memoria y de historia y dio mucho que pensar. Además de a un fuerte aplauso, dio pie a un intenso debate entre alumnado de cuarto curso de ESO, profesorado, el elenco de la representación y Montse Fajardo, coordinadora del programa municipal A Memoria das Mulleres.
Esta frase puso punto y final a cuatro escenas cortas en las que, a través de las vivencias de tres mujeres pontevedresas que vivieron en la España de la II República y el Franquismo, se ahondó en la transformación de la enseñanza que supuso el golpe de Estado de 1936 y las cuatro décadas siguientes de dictadura. El papel de la mujer, la represión y las desigualdades entre clases sociales están en el trasfondo de las cuatro piezas teatrales.
- O cura non ten nada que dicir, Elvira! Que estamos na República!! E esa nena, porque estou seguro de que vai ser unha nena, non vai ter que pedirlle a ninguén que lle escriba cartas, porque eu mesma lle vou ensinar a escribir e a ler! E a ti tamén!! Qué che parece?
Lo dijo en la primera escena de la obra Tucha Dios, interpretada por Begoña Diaz, a Elvira Lodeiro (Alexandra Vicente), que años (y en este caso, escenas) más tarde será represaliada, pero que en ese momento, en la II República, trasmite el cambio radical de oportunidades que traía ese régimen democrático.
Las distintas escenas suponen toda una mirada a dos épocas tan diferentes de la historia de España a través de tres personajes. Se trata de tres mujeres, Elvira Lodeiro (Alexandra Vicente), Tucha Dios (Begoña Diaz) e Josefa (Pilar Boullosa), las dos primeras pontevedresas que fueron represaliadas por los golpistas y la tercera, una falangista que pasó de exigir a una maestra de la República menos libertad para las mujeres y las clases bajas a asumir el rol de enseñar a las nuevas generaciones en la dictadura.
Las escenas se representaron este jueves ante alumnado de cuarto de ESO del Luís Seoane en tres representaciones diferentes por las restricciones de aforo y distancia social derivada de la pandemia de la covid-19 y llegarán en las próximas semanas también a otro instituto, el CIFP A Xunqueira, con dos sesiones. Todas las representaciones forman parte del programa municipal A Memoria das Mulleres, que este año ha decidido llevar a los centros educativos contenidos relacionados con la memoria histórica y la mujer a través de propuestas innovadoras. Una de ellas es este ‘Teatro con historia’.
La iniciativa es posible gracias a la colaboración del Aula Municipal de Teatro, dirigida por Anxo Lourido, y a un equipo que incluye a Carmen Díaz Rodiño en la asistencia técnica. El Aula permite al alumnado acercarse a las biografías de estas dos pontevedresas fusiladas -Consuelo Acuña y Elvira Lodeiro- de una forma lúdica.
Además, tal y como explica Montse Fajardo, permite conocer el paso de una escuela concebida bajo los preceptos de la II República, "onde tiñan cabida todos os nenos e todas as nenas independentemente da súa condición económica" a otra en el franquismo "onde se volve impoñer os postulados da igrexa católica e esa visión de que as mulleres nada máis que teñen que ser nais e esposas, que non teñen ningún papel na sociedade franquista". Tres "actrices marabillosas" representan ese cambio de visión, "dunha sociedade máis libre a unha sociedad moito máis gris e con moitas menos liberdades".
En los debates posteriores a las representaciones, trasladó al alumnado que abordar estes cambios "agora é mesmo máis necesario que cando ideamos esta actividade antes da pandemia" porque en la sociedad española actual "hai unha perigosa volta atrás en canto ao ideario fascista". Esa represión hay que combatirla "con memoria e recordando o que pasou hai nada, na época da miña avoa ou das vosas bisavoas", trasladó.
Así, insiste en que la represión que se representa en estes escenas "é algo que lle pasou a xente que convive con nós, que non pasou hai tanto tempo e que nos demostra que non se pode coquetear co fascismo porque trae unhas consecuencias devastadoras para toda a sociedade". Fajardo considera que "ver cara onde nos levan os postulados fascistas é moi importante para non dar pasos atrás e máis neste momento no que estamos vendo moitas cousas que non nos gustan nada".
Con esta propuesta teatral lograron llegar al público más joven. Lo confirma Manuel, uno de los alumnos presentes, que agradece que la actuación se hiciese en gallego, lo "moi ben" que actuaron las actrices y que se trate de una representación basada en acontecimientos reales porque "sabes que esta persoa existiu, o que sufrieron esas persoas, poste na súa pel e ves o que sentiron eles e vese moito máis realista".
Mila, compañera de aula, considera especialmente interesante poder ver la situación de las mujeres y que "na República había moita máis liberdade e coa dictadura volvemos moito para atrás e todos os dereitos que adquirimos volvemos a perdelos e costou moito volver recuperados". Agradece también que sean historias reales para que se aprenda "que iso realmente pasou, que non é unha esaxeración".