El Pontevedra cierra la temporada este domingo en Palencia con el objetivo de certificar un ascenso a Primera RFEF que ya logró de forma virtual hace una semana. Los granates cuentan con un colchón de quince goles y tres puntos sobre el Unión Adarve que se antoja más que suficiente para lograr el ansiado salto de categoría.
"Catástrofes en el fútbol hay, como le pasó al PSG en el campo del Barça, pero un marcador de balonmano no creo que se dé en el futbol a día de hoy en un equipo profesional contra otro. Se puede dar un partido malo y puedes perder. Pero no me lo creo. Si fuese entrenador del Adarve, yo intentaría guardar gente importante para lo que se me viene", declaró el entrenador Ángel Rodríguez cuestionado sobre la posibilidad de perder el liderato.
Aunque en el club está todo el mundo convencido de que el ascenso está en el bolsillo, en el vestuario no se respira ni un ápice de relajación y saldrán al césped de la Nueva Balastera con la intención de conseguir los tres puntos. "Cada uno tiene que mostrar su mejor versión, defender el escudo, representar a un pueblo como Pontevedra y dedicarle un buen partido a los aficionados que se van a desplazar. No merecen que vayamos a un campo a pasearnos. Para mí sería un fracaso personal no competir bien este partido", subrayó el técnico leonés.
La situación clasificatoria y el estado físico de algunos jugadores permitirán que los jugadores menos habituales gocen de minutos con el equipo granate en este último encuentro de liga. Seoane y Rufo son las únicas bajas obligadas por lesión, mientras que el resto de la plantilla está en condiciones para medirse al Palencia Cristo. "El partido nos lo vamos a tomar en serio, da igual quien juegue. Yo puedo hacer cambios por obligación, necesidad o porque quiera pero estoy convencido de que los que van a salir lo van a dar todo y van a estar preparados para hacerlo bien", declaró el preparador.
Nunca da pistas Ángel Rodríguez en las ruedas de prensa previas a los partidos sobre el once que saltará al campo, pero esta vez hizo una excepción y anticipó que Pablo López, único integrante del primer equipo que todavía no ha debutado, va a tener la oportunidad de jugar. "Ha entrenado siempre bien y ha sido muy profesional. Yo le tengo mucho cariño porque ha estado siempre atento a todo. No ha tenido la oportunidad porque en esa posición tenemos a dos jugadores o incluso tres que podrían estar antes que él. Pero si todo va con normalidad, va a tener la posibilidad de jugar unos minutos porque lo ha merecido anteriormente y no se la he podido dar", dijo sobre el joven lateral.
No estará solo el Pontevedra en este último partido de liga, la afición sigue volcada con el equipo y ha llenado los dos autobuses que empresas colaboradoras de la entidad granate han puesto a disposición de la hinchada de forma gratuita. Cerca de 150 aficionados pondrán el color granate en un estadio en el que el Pontevedra confía en celebrar de forma ya oficial su regreso a Primera RFEF.