El fichaje de Ángel Rodríguez por el Hércules de Alicante ha levantado gran revuelo en el entorno del Pontevedra Club de Fútbol. No por el hecho de que su marcha no fuese una de las posibilidades, al finalizar contrato, sino por la forma en la que finalmente se ha producido.
Tras semanas de espera el técnico, uno de los responsables del ascenso del equipo a Primera RFEF, se encontraba ahora sí negociando su renovación con la entidad granate.
Es por eso que la confirmación de su marcha, anunciada ya entrada la noche del martes por el Hércules y comunicada poco antes a la entidad de Pasarón mediante una llamada al director deportivo, Toni Otero, ha causado cierta sorpresa aunque pueda parecer la 'crónica de una muerte anunciada', citando a la obra literaria de Gabriel García Márquez.
Tras certificar su ascenso, el Pontevedra se tomó un periodo de reflexión antes de decidir el camino a seguir con el entrenador. Este tiempo se prolongó casi tres semanas hasta iniciarse los contactos para tantear la continuidad del preparador leonés, o al menos su disposición a seguir. Durante esta fase se llegó a ver a Ángel Rodríguez fuera por completo del Pontevedra y también muy cerca de renovar.
Precisamente ahora era cuándo parecía más encauzada la relación, por lo que esa negociación se mantenía abierta. De hecho el Pontevedra presentó una última propuesta el pasado viernes que, según fuentes cercanas a la negociación, no ha llegado a tener contestación hasta la llamada confirmado el compromiso adquirido con el Hércules.
Así termina, de manera abrupta, la relación Ángel Rodríguez-Pontevedra después de sólo una temporada, con el buen sabor de boca que ha dejado el ascenso de categoría pero con las sombras que han pesado sobre una cierta falta de 'feeling' con los máximos dirigentes de la entidad, una confianza que finalmente se ha roto por completo.