No dependen de sí mismas, pero en el Club Baloncesto Arxil no tiran la toalla. El pase para la fase de ascenso a la Liga Challenger se reparte este sábado y para lograrlo las pontevedresas tendrán que ganar su partido en Pontevedra y esperar a lo que ocurra con el Unicaja.
Las de Mayte Méndez recibirán en el pabellón del Centro Galego de Tecnificación Deportiva, a las siete de la tarde, al Bosinit Unibasket. No será un encuentro fácil ya que las de Logroño son las sextas clasificadas de la liga, con una victoria menos que las arxilistas.
Desde el club sostienen que será clave "igualar o al menos restar el balance reboteador" de las riojanas, a las que ven un "punto de vulnerabilidad" en su juego en estático que quieren explotar porque "es casi imposible" encontrar esa debilidad en el ataque de transición.
"Si logramos sentirnos cómodos atrás y atacamos mejor podremos mejorar los porcentajes de tiro en los que en los dos últimos partidos no estuvimos atinadas", añade su director técnico.
Entiende que frente al Bonisit Unibasket "toca hacerlo casi todo bien", para lo que confía que todo el plantel "dé un paso adelante" y todas ellas tiren de "actitud y de ganas", arropándose para ello en la afición que llenará las gradas del CGTD.
Si el Arxil cumple en casa quedará la segunda parte de la ecuación para clasificarse para el playoff de ascenso a la máxima categoría del baloncesto femenino. El Unicaja, cuarto clasificado, tiene que perder ante el Barakaldo. De cumplirse ambos resultados, habrá margen para soñar.