Partidazo entre el Cisne y el Novás. Los de Jabato consiguieron dos puntos importantisimos (y la revancha) ante el recién ascendido, que no atraviesa su mejor momento de la temporada. Éste llegó al Municipal de Pontevedra con dos bajas trascendentales, como son la de Iago Muiña y Miguel Trigo, pero con el objetivo de alcanzar su primera victoria fuera de casa. Este triunfo tiene doble valor, ya que, además de ganar el derbi ante su afición, lograron darse el empujón necesario para volver a pelear por los puestos altos de la tabla.
El primer tiempo estuvo muy igualado. Una exclusión de Carlos Rodríguez (defensor central rosaleiro), a tan sólo 2 minutos del comienzo, indicaría la alta intensidad que iba a existir durante todo el encuentro (algo propio de un derbi como éste). A pesar de empezar por detrás en el marcador, una nueva exclusión a José Leiras fue aprovechada a la perfección por el Novás, logrando igualar el choque en el 10’ (5-5).
En lo que a esquema se refiere, la defensa del bloque visitante fue mucho más plana. El Cisne casi siempre prefiere sacar partido a penetraciones sucesivas, basándose en continuas búsquedas de superioridades, y este tipo de planteamientos atrás (tan próximos a la línea de 6 metros) suelen buscar la asfixia de este estilo de juego. Sin embargo, Andrés Sánchez (6 goles), es un jugador muy difícil de parar. El lateral pontevedrés supo sostener y mantener a su equipo por delante, firmando un primer tiempo espectacular, asistiendo en numerosas ocasiones a Ramos y marcando en momentos decisivos. Gracias a ello, los de Jabato lograron distanciarse ligeramente en el electrónico e irse al descanso con una ventaja de dos tantos (16-14).
La segunda parte comenzó con grandes paradas de Juan Novás, hecho que les permitió distanciarse, poco a poco, y alcanzar una máxima diferencia (4 goles) en el ecuador de la misma (22-18). Para intentar frenar ésto, Isma Martínez ordenó una defensa mixta ejecutada por Pedro Aymerich (máximo anotador del duelo) sobre Andrés. Poco le sirvió a los suyos, lo que hizo que regresasen a su formato inicial poco después.
El encuentro se convirtió en un tira y afloja donde, cuando parecía que el cuadro visitante podía aproximarse, fallaba en lo más fácil. Con todo, el Cisne fue incapaz de romper el partido y ésto les acabó pasando factura. A falta de 2 minutos para el final, tan sólo un gol les separaba en el electrónico. El ex-teucrista David Pichel (5) se echó el equipo a la espalda y puso aún más emoción al choque. Finalmente, un último tanto por parte del capitán cisneísta Pablo Picallo, sentenció el derbi, haciendo que se quedasen en casa los dos puntos, condenando al rival a seguir en zona de descenso y, lo más importante, a salir por la puerta grande del bache en el que se encontraban.
Ahora les toca a los pontevedreses centrarse en el reto de la próxima semana en el Pabellón Vicente Trueba ante el Torrelavega, equipo que se sitúa en los puestos altos de la tabla y contra el que empataron el pasado mes de octubre en el CGTD.
CISNE (30): Juan Novás; Andrés Sánchez (6), Miguel Simón (2), Javi Vázquez (1), José Leiras, Álvaro Preciado (4), Alejandro Conde (1) (siete inicial), Alberto Casares, Álex Chan (3), Pablo Picallo (5), Bruno Vázquez (1), Marko Antelj, Pablo Gayoso (3), Guilherme Linhares, Dani Fernández y Dani Ramos (4).
NOVÁS (29): Roberto Rodríguez (1), Pichel (5), Paulo Dacosta (4), Germán Hermida (4), Pedro Aymerich(10), Kevin García, Carles Asensio (3) (siete inicial), Iago Flores, Andrés Vila (1), Roberto Calvo, Adrián Boullosa, Carlos Rodríguez, Óscar Silva, Manuel Martínez (1) y Yago Alonso.
Resultado (cada 5 minutos): 2-1, 4-4, 7-8, 9-11, 12-11, 16-14 (descanso), 18-16, 21-18, 23-21, 26-24, 27-26 y 30-29 (final).
Árbitros: Fernanda Espino y Víctor Navarro, que excluyeron dos minutos a Andrés Sánchez, Miguel Simón y José Leiras, por parte del cuadro cisneísta, y a Roberto Rodríguez, Iago Flores, Germán Hermida y Carlos Rodríguez, por parte del Novás.
Incidencias: Partido correspondiente a la décima octava jornada de liga en Honor Plata, disputado en el Municipal de Pontevedra ante alrededor de 500 espectadores.