La Primera División de fútbol sala femenino entra en su fase decisiva. A nueve jornadas para el final, tanto Poio Pescamar como Marín Futsal saben que deben ofrecer su mejor versión para asegurar cuanto antes sus objetivos.
Las rojillas, asentadas en una cuarta plaza muy codiciada, reciben este sábado a las 18.30 horas en A Seca al Leganés, acomodado en la zona media de la clasificación con un colchón de nueve puntos sobre la zona de peligro.
Después de asegurar su presencia en la final de la Copa Xunta, las de Manu Cossío quieren refrendar su buen momento con un triunfo que ponga más tierra de por medio con sus perseguidores. Cuentan con una ventaja de tres puntos, pero el Ourense Envialia, próximo rival en la final del torneo autonómico, se encuentra solo a una victoria de distancia y tiene todavía un partido pendiente de disputar.
Es por ello que derrotar al Leganés es más que necesario, sobre todo porque sus rivales, el Ourense Envialia y el Alcorcón juegan como locales ante rivales, a priori, asequibles. Además, en la parte alta de la tabla se juega otro duelo directo entre Móstoles y Burela, tercero y segundo clasificado, por lo que las conserveras pueden recortar distancias y mirar hacia arriba.
Menos decisivo es el partido del Marín Futsal, que visita el domingo a las 11.45 horas al Juventut d'Elx. El conjunto alicantino es el colista de la tabla con solo tres puntos, mientras que el Marín se encuentra en una desahogada décima posición con catorce puntos sobre el descenso, por lo que lograr el triunfo supondría ya conseguir una permanencia que ya tienen más que encarrilada en su primer año en la máxima competición nacional.