Partido muy complicado al que se enfrentó este fin de semana el Teucro, en casa, ante el BM Granollers, uno de los equipos más peligrosos de la categoría (quinta posición).
Durante los primeros minutos, sorprendentemente (por tratarse de un rival de tanta envergadura), fueron los gallegos los que llevaron la batuta del encuentro. Recuperaciones de balón, transiciones muy rápidas y una alta efectividad les permitieron adelantarse y adquirir una pequeña ventaja de 3 tantos (3-6). A pesar de ello, no pudieron aguantar mucho el margen y, tras 3 acciones puntuales (de estas que ocurren casi sin que te des cuenta), el cuadro catalán pudo darle la vuelta 4 minutos después (6-7). El incombustible Antonio García (5 tantos), lograba ser un auténtico dolor de cabeza para la defensa pontevedresa. El ex-internacional español penetraba por el centro de la misma con facilidad, y cuando ésta falla por dicha zona, suele antojar muy difícil llevarse el gato al agua. Con todo, los de casa salvaron los muebles y se fueron al descanso con optimismo (9-13).
Cabe destacar los pocos goles anotados durante los 30 primeros minutos (fruto de un gran acierto en portería por parte de ambos cancerberos: Santana y Marc Guàrdia).
Comenzó bien la segunda parte para los de Luis Montes. Curiosamente, una exclusión para Poveda no hizo mucha mella en los suyos, que lograron aguantar perfectamente con uno menos. A continuación, tras su incorporación a la cancha de nuevo, fue el propio jugador alicantino (7) el que impulsó al Teucro, aportando varios goles consecutivos y acercándolo un poco más a los catalanes en el electrónico (15-16 en el 40’).
Pero el Granollers necesita muy poco para anotar. Y si el equipo contrario cuenta con numerosas bajas, el hecho de tener que jugar muchos minutos con los mismos jugadores penaliza enormemente a cualquiera. Aún teniendo un jugador tan decisivo como Cútura (6), varios errores no forzados consecutivos supusieron una losa demasiado pesada y si a eso le sumamos la clase y efectividad del jugador internacional español Adrián Figueras, el llevarse los dos puntos se convierte en misión imposible.
En el último tramo, la renta fue aumentando poco a poco, terminando el choque, de esta forma, con un resultado algo más exagerado de lo que se pudo ver en el Pabellón Municipal de Pontevedra (24-29).