El Teucro tiñe Pontevedra de azul

Pontevedra
11 de septiembre 2019

Los jugadores del conjunto pontevedrés iniciaron la jornada compartiendo partidos callejeros con niños y niñas de la ciudad y la cerraron con un baño de masas en la céntrica plaza con la que comparte nombre

El Teucro se presenta ante su afición en la Praza do Teucro
El Teucro se presenta ante su afición en la Praza do Teucro / Cristina Saiz

El Teucro tiñó Pontevedra de azul este martes. El equipo que dirige Luis Montes empezó la jornada con una sesión de partidos en la calle en la que invitaron a participar a todos los niños y niñas que pasaron por la Avenida de Montero Ríos y la cerraron con un baño de masas en la céntrica plaza con la que el principal club de balonmano de la ciudad comparte nombre.

El acto de la Praza do Teucro comenzó con la actuación del cantautor local Jacobo Sáinz. Después de un concierto que duró veinte minutos llegó el plato fuerte del evento. Uno a uno, los jugadores de la primera plantilla fueron desfilando entre los más de doscientos aficionados que se congregaron en el lugar para conocer a los héroes que deben conducir al equipo azul de vuelta a la élite del balonmano nacional.

Entre aplausos fueron apareciendo todos los integrantes de la primera plantilla y del cuerpo técnico. Solo faltó Bujalance, cuyos problemas de salud le impidieron participar en esta fiesta.

Con todos los jugadores sobre el escenario llegó el turno de los discursos. Los capitanes del equipo fueron los primeros en tomar la palabra. Vicente Poveda agradeció la presencia de los aficionados en el evento y reconoció que "es un orgullo ser capitán". Sobre la responsabilidad que supone vestir la elástica azul, dijo que "todos somos conscientes de lo que es lucir este escudo. El equipo se va a dejar todo en la pista", prometió, no sin pedir "el apoyo incondicional en los buenos y malos momentos".

Samu Pereiro, segundo capitán de la escuadra lerezana, también agarró el micrófono. "Llegué hace tres años de Porriño sin saber nada de balonmano, no sé hasta dónde llegaré, pero la plantilla se va a dejar la piel en la pista", insitió. La celebración del 75 aniversario del club "es un aliciente más para dejarse todo en la pista. Será un año de victorias. Tengo ganas de veros en el Municipal y traed a vuestros amigos", arengó uno de los líderes del vestuario.

Antes de escuchar al entrenador Luis Montes, tomó la palabra uno de los empleados más antiguos del equipo teucrista. El delegado Javier Domínguez echó en falta la presencia de alguna autoridad local más en el acto. "Siento pena de que no esté aqui el alcalde", admitió justo antes de dar la bienvenida a los nuevos fichajes y prometerles que los hará sentir como en casa.

"É un orgullo ser o adestrador dun club ao que cheguei con once anos", comenzó Luis Montes, que decidió pronunciar su discurso en el idioma de la tierra que el Teucro lleva 75 años abanderando por canchas de toda España. "É un ano moi especial para nós, queremos que sexa unha tempana inesquecible, somos os vicedecanos do balonmán español e un dos clubs máis grandes deste país", exclamó. Con el público en su bolsillo, el técnico trató de rebajar la euforia. "Será unha liga moi dura, teremos momentos de moita loita, pero será un ano moi especial", remató el preparador. 

El acto concluyó con la interpretación de un nuevo tema por parte de Jacobo Sáins, pero antes tuvo lugar una breve alocución del presidente de la entidad teucrista. Carlos García Alén recordó la importancia que tiene el club en la cultura deportiva de Pontevedra y lo duro y bonito que es formar parte de su historia. Después de pedir un esfuerzo a sus jugadores para obrar la hazaña del regreso a Asobal.

No fue su única petición. El mandatario tiró de sentimentalismo y les pidió un esfuerzo extra. "Tenemos que superar la primera ronda de la Copa del Rey", reclamó García Alén. No es una solicitud cualquiera. El equipo azul se medirá en primera ronda al otro equipo de la ciudad, el Cisne, con la disputa del liderazgo del balonmano pontevedrés en juego. Los azules cumplen 75 años de absoluto liderazgo y no piensan cederlo sin luchar.