Contundente derrota del Teucro este viernes, en el Municipal de Pontevedra, ante el líder de Asobal: el Barça. Después de sufrir durante los 60 minutos, toca centrarse en los dos cruces definitivos, ya que una derrota en cualquiera de ellos supondría el descenso a DHP.
Fue Poveda el que, tras cinco minutos sin anotar un gol el conjunto pontevedrés, abriría la lata ante el Barça Lassa. El primera línea saltó al campo tras el golpe sufrido por Davor Cutura, que, segundos antes, solicitaría el cambio a Luis Montes, después de un choque en defensa contra Cédric Sorhaindo (el internacional pivote francés). Ésto sería el reflejo de un duro partido ante el campeón de Liga. Dificultad enorme para hacer gol y más aún para frenar la solvencia de cara a portería por parte de los catalanes. De hecho, llegados al ecuador de la primera mitad, siete eran los goles que los separaban de ellos (2-9). Con todo, la diferencia podría ser aún mayor si no fuera, una vez más, por fantásticas intervenciones de Javi Santana. Tanto ayudó el canario, que los suyos pudieron recortar distancias y acercarse en el electrónico a poco del descanso (8-11).
Pero fue un visto y no visto. Es muy difícil hacer frente y, sobre todo, aguantarle el ritmo a los de Pasqui. Sus rápidas transiciones, sustentadas en una defensa muy dura, desgastaron sobremanera a los gallegos, que volvieron a alejarse momentos antes del 30’ (9-15).
De la segunda parte, poco que comentar. El cansancio hizo mella en los jugadores locales, lo que ocasionó numerosas pérdidas de balón, posteriores contraataques y un parcial de 0-5 en los tres primeros minutos (9-20). Diferencia de once tantos, que se mantendría prácticamente inalterable durante el transcurso de la misma.
El último tramo del encuentro fue puro trámite. Finalmente, abultado resultado en contra (21-35).
La próxima semana, derbi en O Gatañal, donde ambos equipos, pero, sobre todo los de Luis Montes, tratarán de salvar la categoría y aferrarse a la últma oportunidad con la que cuentan. Los del Cangas encaran un choque con más optimismo que los pontevedreses, ya que llegan tres puntos por delante (a la espera del partido de este sábado ante el Granollers) y que, además, podrán contar con la Marea Azul en casa, afición que a estas alturas de temporada, siempre se vuelve imprescindible para los suyos.