Partido serio, partido grande entre dos equipos que presentaron credenciales como claros aspirantes a los puestos de honor. Pontevedra y Rayo Majadahonda ofrecieron un partido de poder a poder, resuelto con dos acciones justo antes del descanso, con goles de Álvaro Bustos y Álex Fernández, tras una primera parte de igualdad casi absoluta, y recital del Pontevedra en la segunda, a quien sólo faltó un poco más de puntería para redondear una victoria que pudo incluso terminar en goleada, pero que acabó con sufrimiento en los últimos minutos y alegría final por cuanto los granates se ponen a un sólo punto del play-off.
Comenzó bien el cuadro local, con dos remates de Pedro Vázquez y Adighibe en los primeros compases que parecían presagiar un dominio granate. Fue un espejismo. Con presión muy alta, el Rayo se deshizo de ese dominio inicial y empezó a mostrar sus armas, exigiendo a un Pontevedra nervioso, impreciso y con dudas a la hora de sacar el balón, lo que le obligaba en mayor medida de lo aconsejable a realizar desplazamientos en largo para la pelea en solitario de Adighibe.
Pero la intensidad y el intercambio de golpes duró apenas diez minutos. Como si ambos contendientes tomasen consciencia de que su rival le podía hacer daño, optaron por no arriesgar más de lo imprescindible.
Así, sin renunciar a buscar la victoria, la primera premisa pasó a ser el no cometer errores lo que llevó al partido a una sucesión de idas y venidas sin profundidad con ausencia total de jugadas de peligro en las áreas, aderezado todo ello con constantes interrupciones por faltas tácticas que hicieron perder cualquier atisbo de ritmo al choque.
Los minutos iban pasando, dejando ver a dos equipos serios, entregados a un fútbol poco vistoso, en un partido que mantenía su interés en base a lo incierto del resultado y a la espera de que la calidad individual o alguna acción a balón parado cambiase la decoración.
Y así sucedió cuando el reloj se acercaba al tiempo de descanso. Áléx González profundizó por la banda izquierda llegando hasta el área para soltar un disparo cruzado que dio en un defensa y salió hacia el segundo palo, donde Álvaro Bustos, totalmente desmarcado, sólo tuvo que empujar.
No se quedó ahí la cosa, porque apenas tres minutos después, de nuevo Álex González rompe en velocidad para poner un centro al segundo palo, donde nuevamente la defensa madrileña estaba mal situada, tanto como para dejar hasta a tres jugadores granates en condiciones de remate. Fue Álex Fernández quien aprovechó la circunstancia para conectar una volea imposible para Basilio.
Lo que parecía imposible sólo unos minutos antes había sucedido. Dos chispazos individuales habían permitido al Pontevedra castigar al Rayo con dureza, aprovechando dos despistes defensivos de los madrileños, para poner el partido en franca ventaja y retirarse al vestuario con una amplia sonrisa.
Lejos de borrarse esa sonrisa, todavía se hizo más amplia en la segunda parte, en la que el Pontevedra regresó al campo crecido, con plena confianza en sus posibilidades, para ofrecer una versión claramente mejorada del equipo. Firme y sólido en defensa, el conjunto local aprovechó que los madrileños se veían obligados a arriesgar para empezar a acumular ocasiones.
Con espacios por delante, los de Pouso se sentían a gusto y cada recuperación era sinónimo de peligro para la meta visitante. Adighibe disparaba cruzado. Sana obligaba a Basilio a emplearse a fondo. Los granates tocaban en corto, triangulaban y se gustaban, especialmente por la banda izquierda en la que Álex González daba un auténtico recital tanto en defensa como en ataque.
Tamayo inquietaba un poco, en el primer aviso serio de los visitantes, con un balón que rebotó y casi sorprende a Edu pegando en el poste. Para entonces ya se había superado el minuto 52 de partido.
A partir de ahí un rosario de ocasiones desperdiciadas para echar el cierre definitivo. Jaouad conectó una volea desde la frontal que salió fuera por poco. Adighibe vio como le era anulado un gol por fuera de juego. El mismo Adighibe optó por rematar cruzado, cuando Álvaro Bustos estaba en disposición de recibir absolutamente sólo, y precisamente el asturiano Bustos obligó a Basilio a sacar un disparo que llevaba veneno y que no pudo aprovechar Romay en el rechace.
Había perdonado el Pontevedra y el Rayo, que no había creado apenas peligro, de repente se vio metido en el partido y con opciones en los últimos minutos, cuando Charlie Dean aprovechó un balón muerto tras un barullo en el área local en el saque de un corner, llevando la inquietud a la grada.
No pasaría de ahí la cosa. Incluso fueron los granates quienes pudieron y debieron ampliar la cuenta, pero Pedro Vázquez, en el descuento, estrelló su remate en el poste, tras salvar la salida del meta Basilio.
PONTEVEDRA CF (2): Edu; Nacho López, Víctor Vázquez, Jaouad, Álex González; Sana (Berrocal, minuto 59), Álex Fernández (Mejía, minuto 70); Álvaro Bustos (Campillo, minuto 80), Romay, Pedro Vázquez; y Adighibe.
RAYO MAJADAHONDA (1): Basilio; Pulido, Jesús Valentín, Charlie Dean, Adrián Jiménez (Tamayo, minuto 46); Jean Jules; Iago Díaz, Borja Díaz, Llorente (Marc Caballé, minuto 76), David Martín (Ródenas, minuto 60); y Rubén Mesa.
Árbitro: Raúl Martín Francés (Las Palmas), auxiliado en las bandas por Christian Valverde Monsalve y Héctor Bouzas Laconti. Amonestó a Sana, Víctor Vázquez y Pedro Vázquez, en el Pontevedra, y a Borja Díaz y Jean Jules, en el Rayo Majadahonda.
Goles: (1-0) Minuto 39: Álvaro Bustos. (2-0) Minuto 42: Álex Fernández. (2-1) Minuto 86: Charlie Dean.
Incidencias: Estadio Municipal de Pasarón (Pontevedra). Unos 1.700 espectadores.