Los comienzos del partido no pudieron ser más trepidantes. Tres goles en catorce minutos y casi un cuarto que pudo llegar si Pablo Carnero acierta a elevar suficientemente el balón ante Javi Sánchez. El Ribadumia saltó al campo con tanta intensidad como valentía, superando al Pontevedra en todos los aspectos menos en el fundamental, el gol.
El dominio correspondía al cuadro aurinegro. Los balones divididos eran casi siempre para los visitantes, más intensos en la disputa, pero el exceso de motivación de muchos de sus jugadores, con pasado granate, les haría cometer graves errores, que pagarían caro. El primero llegaba en un centro desde la banda, no demasiado bien dirigido, de Adrián, que no acierta a cortar Aram. Pablo Carnero no desaprovecha el regalo, inaugurando el marcador (minuto 9).
Pero la respuesta no se hizo esperar. Esta vez Changui no fue el rematador, sino que ejerció de asistente. Campillo le ofreció el interior en lugar de cerrarlo a la banda, y su pase atrás lo convirtió ÿscar Guimeráns (minuto 11) en toda una obra de arte, colocando el balón de rosca, con la derecha, en la misma escuadra.
Y si poco había durado la alegría local, casi lo mismo le pasó al Ribadumia. Apenas tres minutos después del empate, Pablo Carnero aparece otra vez para hacer el segundo, con un remate raso desde la frontal, aprovechando las dudas de Miguel Vázquez. No era justo por lo visto hasta entonces, pero la eficacia había marcado la diferencia y las dudas defensivas también.
Aún pudo ser peor para el Ribadumia si Pablo Carnero aprovecha otro balón suelto al borde del área (minuto 16). Lo intentó de vaselina, pero se le quedó corto y Javi Sánchez atrapó.
La valentía del Ribadumia no encontró premio. Los visitantes, dirigidos desde la banda por Fernando Sánchez, dominaban territorialmente y merecían más. Pudieron empatar en un corner lanzado por ÿscar Guimeráns (minuto 27). El remate de cabeza de Aram lo sacó Edu en una intervención providencial.
Pero el fútbol, caprichoso tantas veces, cruel otras muchas, lo fue en grado sumo con el conjunto visitante, que se marchó al vestuario con un castigo que no había merecido, incrementado después de que Jacobo fuese protagonista por partida doble. Primero con un remate cruzado que salvó Javi Sánchez. Luego con un gol anulado (minuto 42) por fuera de juego. Y posteriormente con un centro al área sobre Tubo, que cuando se disponía a revolverse, es derribado por ÿscar Río. El árbitro señaló sin dudas el claro penalti (minuto 45) y Mouriño no perdonó haciendo subir el 3-1 al marcador justo antes del descanso. El Ribadumia había sido mejor, pero el Pontevedra hizo valer la calidad y acierto de sus hombres de arriba.
Quedaba por ver si ese tercer gol, en un momento psicológico, además del tremendo esfuerzo físico realizado por sus hombres, no pasaría factura a los visitantes en la segunda parte. Y no lo hizo, por lo menos hasta los últimos 20 minutos. El Ribadumia siguió jugando tratando de olvidarse del marcador, mientras el Pontevedra daba un paso atrás intentando buscar una contra que sentenciase el resultado.
De nuevo serían los visitantes los que llegasen más veces, pero sin acierto en el remate. Lo hicieron especialmente en acciones a balón parado, en las que la defensa granate anduvo más despistada que de costumbre, pero los delanteros rivales tampoco anduvieron muy despiertos para llegar al remate.
Así se fueron consumiendo los minutos, sin grandes ocasiones para el Pontevedra, hasta la recta final, cuando pudo redondear el resultado en dos acciones consecutivas de Jacobo en menos de un minuto, el 81 de partido. En la primera dio un pase sensacional a Pablo Carnero. Javi Sánchez le ganó el mano a mano. En la segunda encontró un balón suelto en el área. Lo remató con potencia y colocación, pero de nuevo se lució Javi Sánchez.
Ahora si que el Pontevedra se encontraba a gusto y llegaba con peligro. Lo hizo de nuevo en una gran subida por banda de Lobato, que puso un excelente centro (minuto 85). Jorge no lo aprovechó rematando de cabeza fuera, un poco forzado pero con toda la portería para él.
Al final, la eficacia de los granates se impuso a la valentía de un Ribadumia que dejó una magnífica impresión en su primera visita oficial a Pasarón.
PONTEVEDRA CF (3): Edu (2); Adrián (2), Pablo (3), Campillo (1), Lobato (2); Pedro García (1), Álvaro Muñiz (2); Tubo (1), Mouriño (1), Jacobo (3); y Pablo Carnero (3).
Sustituciones: Anxo (3) por Pedro García, minuto 58. Tomás (1) por Tubo, minuto 74. Jorge (s.c.) por Jacobo, minuto 82.
CD RIBADUMIA (1): Javi Sánchez (3); Nelo (1), Aram (1), Miguel Vázquez (2), ÿscar Río (1); Bisti (2), Álex Gómez (3); Ismael (2), ÿscar Guimeráns (3), Sylla (2); y Changui (2).
Sustituciones: Adrián Padín (2) por Ismael, minuto 58. Martín Barreiro (1) por Nelo, minuto 72. David Pérez (s.c.) por Álex Gómez, minuto 82.
Árbitro: Alejandro Vázquez García (A Coruña), auxiliado en las bandas por Marcos Ordóñez Rodríguez y Manuel Carreira Parrado. Amonestó a Lobato y Pedro García (cuando se encontraba en el banquillo), por el Pontevedra, y a Sylla y Adrián Padín, por el Ribadumia.
Goles: (1-0) Minuto 9: Pablo Carnero. (1-1) Minuto 11: ÿscar Guimeráns. (2-1) Minuto 14: Pablo Carnero. (3-1) Minuto 45: Mouriño, de penalti.
Incidencias: Estadio Municipal de Pasarón (Pontevedra). Unos 2.000 espectadores, dejándose notar una numerosa representación de aficionados visitantes. El entrenador del Ribadumia, Gabi Leis, al poco de llegar a Pasarón hubo de ausentarse instantes antes de comenzar el partido, al ser avisado del fallecimiento de su hermana, víctima de una larga enfermedad. Por dicho motivo el CD Ribadumia salió al campo portando brazaletes negros. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Cholo Piñeiro, directivo y delegado durante más de 20 años del club granate.