Quinto partido en la pretemporada del Pontevedra Club de Fútbol y primera derrota, en una mala tarde para el conjunto granate en su visita este miércoles al Coruxo en el estadio vigués de O Vao. Sobre todo por las sensaciones mostradas en la segunda mitad, en la que se vio superado con claridad por su rival.
Sobre un césped en perfectas condiciones, Antonio Fernández dibujó un once inicial que empieza a perfilarse de cara a la primera jornada de liga, aunque con variaciones ante las ausencias de hombres importantes que se encontraban fuera de la convocatoria como Álex Fernández, Brais Abelenda o Samu Araújo, junto a Seoane y Valentín, que tampoco entraron en la lista.
La alineación contaba además con la presencia por primera vez del central a prueba Derik Osede, tras una efímera participación en el Trofeo Luis Otero y superados sus problemas físicos. Con Cacharrón en portería, le acompañaba Soto en el centro de la defensa, Oier Calvillo y Sergio Aabal en los laterales, un centro del campo con Miguel Román, Yelko y Mario Ortiz, unas bandas con Martín Diz y Alberto Rubio y la punta de ataque con Rufo.
En una primera mitad de dominio alterno Yelko Pino fue el primero en gozar de una clara ocasión en llegada, pero su disparo se fue alto. También amenazó Martín llegando a línea de fondo sin encontrar compañero en el pase final.
Fue antes de que Luismi, al filo de la media hora de juego, adelantase al Coruxo en un error defensivo, aprovechando el balón que le llegó al corazón del área.
Con el 1-0 en el marcador, el Pontevedra rozó la igualada antes del descanso en un peligroso chut de Oier Calvillo desde la frontal que se marchó desviado por centímetros, pero el electrónico no se movería.
Tras el descanso Antonio dio entrada a hombres importantes como Charles, Bastos, Churre y Borja Domínguez en lugar de Derik, Martín Diz, Miguel Román y Ortiz, dando minutos por tanto a la pareja de delanteros formada por Rufo y Charles. También acabarían jugando Felipe, Manu Vizoso, Rachu y Víctor Casais.
El Pontevedra intentó hacerse con el control del cuero y a punto estuvo de llegar la igualada al poco de arrancar, en un centro de Rubio que Rufo cabeceó al larguero, pero el cuadro local le dio la vuelta y comenzó a llegar con peligro rozando el gol poco después hasta en tres ocasiones, topándose Yelco Alfaya con la madera primero y con una buena mano de Cacharrón después.
La imagen de igualdad de fuerzas en el primer acto cambió por completo y, con síntomas de cansancio, el equipo de la Boa Vila se fue desinflando conforme pasaban los minutos sin llegar casi a amenazar un resultado que incluso se le quedó cortó al Coruxo. Aún así Víctor Casais pudo conseguir el empate en el 90, pero su cabezado se fue a la madera cerrando una tarde para olvidar de su equipo. Un pequeño borrón del que aprender para llegar en plenas condiciones al inicio de liga.