La jornada 24 de la Liga Smart Bank disputada el pasado fin de semana ha regalado a los aficionados al fútbol uno de los goles más bonitos de la temporada y, a buen seguro, un firme candidato al premio Puskas, que corona cada año al autor del mejor gol en las principales ligas de todo el mundo.
El autor de esta obra de arte fue el central de la SD Huesca Jorge Pulido, que remató de forma acrobática desde dentro del área un centro de un compañero. El defensor enganchó una chilena de espaldas a portería que alojó en el segundo palo de la portería del Real Oviedo para poner el empate a uno en el marcador.
Un remate de extrema dificultad que a muchos aficionados del Pontevedra los ha hecho retroceder casi veinte años cuando un joven futbolista que todavía viste la camiseta granate fue el autor de un tanto muy similar.
En la jornada 37 de la temporada 2004/2005, en la que el conjunto de Pasarón militaba en la categoría de plata del fútbol español y todavía albergaba esperanzas de conseguir la permanencia. Charles Dias obraba la remontada de su equipo en la Condomina con una complicada chilena que ponía el 1-2 en el marcador de un partido que finalmente acabaría en tablas (2-2).
A centro desde la línea de fondo de Rubén Reyes, Charles enganchó una chilena que, a diferencia del tanto de Pulido, entró por el primer palo de la portería pimentonera.
El tanto recorrió todos los informativos de deportes de canales de televisión de toda España y parte de Europa. Pero no era la primera vez que Charles, que vivía su primera temporada en España, conseguía un gol similar. Jornadas antes, en la portería del Fondo Sur de Pasarón, firmaba otra obra de arte de similar factura en un partido contra el Gimnástic de Tarragona.
Fue un año en el que se destapó como todo un especialista en este tipo de remates. Tanto, que en su primer partido con la camiseta del Pontevedra, pudo debutar con un gol de chilena, pero el balón salió rozando la portería defendida por el arquero del Polideportivo Ejido. A lo largo de su carrera, Charles siguió firmando goles con este recurso al alcance de muy pocos. En el 2009, en un partido frente al Guijuelo volvió a hacerlo y, ya lejos de Pasarón, tanto en el Arcángel, como en los Juegos del Mediterráneo, en Balaídos o en Ipurúa todavía recuerdan la capacidad de remate del máximo goleador de historia del Pontevedra.