Los peores pronósticos se han hecho realidad y Romay no volverá a vestirse de corto esta temporada con el Pontevedra Club de Fútbol.
La resonancia magnética a la que fue sometido este sábado el futbolista granate revela una rotura del ligamento cruzado de su rodilla derecha, una lesión que habitualmente requiere un periodo de recuperación que oscila entre los 6 y los 8 meses.
A la espera de conocer el informe completo de la dolencia, que podría incluir una ligera afectación del menisco, lo que ya sabe Romay es que deberá pasar por el quirófano.
"Ya lo tenía un poco asumido", explica a PontevedraViva el centrocampista coruñés, que cayó lesionado en el entrenamiento del pasado miércoles en un mal gesto en plena carrera, sin contacto con ningún compañero.
Temiéndose lo peor "desde el principio hablé con gente que lo había pasado para pillarlo con ganas", reconoce. Por eso asegura que "lo cojo con fuerza" consciente de cuál será ahora su papel en el equipo. "Toca recuperarme y animar desde fuera", señala poniéndose ya como objetivo llegar plenamente recuperado al inicio de la próxima temporada.