Saleta Castro viajó este fin de semana a Alemania para formar parte del Ironman de Frankfurt. A la dificultad que ya acarrea la prueba en sí, se le sumó el factor meteorológico, ya que las altas temperaturas (35 grados) y el ambiente seco hicieron del triatlón un reto extremadamente duro.
Sin embargo, la pontevedresa consiguió superarse a sí misma en esta ocasión. La primera vez que participó en la cita terminó en la sexta plaza y el pasado año en la novena. Ahora, después de 10:10:01, la atleta se quedó a las puertas del podio, pero en una merecida quinta posición.
Castro, que llegó a la ciudad alemana después de conseguir una novena posición en el Mundial de Pontevedra, fue la única representante española en la competición, que comenzó este sábado alrededor de las 6:30 horas. Además, la gallega participó con el objetivo de conseguir uno de los dos slots por categoría que daban el paso para Hawai.
Finamente, el oro fue para Skye Moench, seguida por Imogen Simmonds y, en tercera plaza, por Ien Annet, consiguiendo las dos primeras la clasificación para Kona.