Goleada con poco fútbol. Apenas cinco minutos de inspiración bastaron al Pontevedra para sumar la primera y amplia victoria de la temporada frente a un Mutilvera que vino a defenderse y lo hizo bien hasta que los granates pusieron una marcha más al partido y lograron el primer gol. Luego, los navarros dejaron al descubierto sus carencias ofensivas y pudieron haber recibido un castigo mayor en un partido en el que los de Luisito dejaron detalles ilusionantes, como su capacidad para generar peligro, y defectos a pulir, especialmente la ansiedad que les pudo en una oscura primera parte.
Lo ofrecido en la primera parte por ambos equipos se resume en dos palabras: precipitación y aburrimiento. La primera fue propiedad de los granates, que en su afán de resolver cuanto antes el partido pecaron de querer marcar el segundo gol antes que el primero. La segunda palabra correspondió a los navarros, a los que les iba bien que el partido tuviese poco ritmo y menos que contar.
Y eso que la tarde comenzaba prometiendo algo muy diferente. No se había llegado al minuto de juego cuando el Pontevedra pudo abrir la lata y quizás calmar con ello su ansiedad. Mario Barco puso un gran centro que David Añón dejó muerto para que Abel, con todo a favor, mandase el cuero a la grada.
Fue un espejismo. Los de Luisito intentaban sin demasiado éxito buscar las penetraciones por la banda izquierda, en la que Abel Suárez pareció peleado con el balón, dejando huérfano a David Añón, que caído a la derecha no recibía juego.
Necesitó casi media hora el equipo local para volver a crear peligro, cierto es que tampoco sufrió más que en un par de centros laterales que no encontraron rematador ni hicieron trabajar a Edu. Bonilla lo intentaba con el lanzamiento directo de una falta, pero el balón salío alto por poco. Luego probó fortuna David Añón, desde lejos, respondiendo el meta visitante mandando el balón a corner. Para terminar con una gran ocasión en un robo de balón de Abel, que se precipitó un poco en el centro, al que no pudo llegar en boca de gol Mario Barco.
Todo ello sucedió en apenas cuatro minutos (del 26 al 30). Luego el Mutilvera volvió a dormir el partido y los granates buscaron en el descanso la inspiración que les faltó en la creación de juego.
Fue peor el remedio que la enfermedad. Los primeros cinco minutos a la vuelta de vestuarios hicieron temer lo peor. El Mutilvera se aprovechó de la "caraja" con que salieron los locales para pisar con tanta insistencia como inocencia el área pontevedresa.
Luisito, que había dado entrada a Íker Alegre por Álex González, decidió que había que hacer algo para cambiar la dinámica del partido. Dio entrada a Mateu por Portela, y el partido cambió radicalmente. El Pontevedra se transformó en un vendaval que en poco más de diez minutos puso las cosas en el sitio lógico.
Un perfecto centro de Íker Alegre, tras una buena apertura de Mateu, lo aprovechó Mario Barco con un certero cabezazo para inaugurar el marcador (minuto 60). El mismo Barco estuvo a punto de marcar tres minutos más tarde, pero no llegó a un gran centro de David Añón.
El Pontevedra ahora robaba y llegaba con insistencia, consiguiendo el segundo tras una falta lateral botada por Álex Fernández (minuto 64). David Añón remató de cabeza, encontrando una gran mano de De Prados, pero Mario Barco aprovechó el balón suelto para fusilar a media altura.
Pudo llegar la sentencia un minuto más tarde, pero el colegiado ignoró un claro penalti de Albisu sobre David Añón.
A partir de aquí el Pontevedra bajó el ritmo y el Mutilvera daría un susto cuando Ibero empujaba a la red un centro de Eztieder (minuto 76). El colegiado lo anulaba a instancias de su asistente por fuera de juego del rematador.
Lo que faltaba fue un quiero y no puedo de los navarros, hasta que el Pontevedra encontró la contra que buscaba para sentenciar, con Íker Alegre como protagonista doble. Primero recibiendo una entrada terrorífica de Monreal cuando encaraba la meta visitante justo antes de entrar en el área, que afortunadamente no le costó una lesión seria y que terminó con la expulsión del central navarro. Luego consiguiendo él mismo cerrar el resultado, tomándose la venganza al convertir la falta el gol con un potente disparo raso que entró por el palo del portero.
PONTEVEDRA CF (3): Edu; Miguel Loureiro, Jacobo Trigo, Portela (Mateu, minuto 55), Bonilla; Kevin Presa, Álex Fernández; David Añón, Abel, Álex González (Íker Alegre, minuto 46); y Mario Barco (Gonzalo, minuto 77).
UD MUTILVERA (0): De Prados; Yasin, Monreal, Albisu, Sebas (Iosu, minuto 83); Juanlu, Rubén (Eneko, minuto 65); Éder, Eztieder, Boni (Barba, minuto 70); e Ibero.
Árbitro: Pablo Fernández Pérez (Asturias), auxiliado en las bandas por Juan Miguel Oses Arasa y Luis José López Abelleira. Expulsó con roja directa al jugador visitante Monreal (minuto 85). Amonestó a Mario Barco y David Añón, en el Pontevedra, y a Rubén, Boni, Yasin, Sebas y Eneko, en el Mutilvera.
Goles: (1-0) Minuto 60: Mario Barco. (2-0) Minuto 64: Mario Barco. (3-0) Minuto 86: Íker Alegre.
Incidencias: Estadio Municipal de Pasarón (Pontevedra). Unos 2.500 espectadores.