El Pontevedra Club de Fútbol vuelve a ser líder en solitario de su grupo después de los empates de Ourense y Zamora y recupera la confianza de cara a conseguir el ascenso a Primera RFEF. La victoria no fue sencilla y los granates sufrieron en exceso, sobre todo en la primera mitad, para doblegar a un Covadonga bien cerrado en defensa y que disfrutó de sus momentos para adelantarse en el marcador.
Le costó al Pontevedra sentirse cómodo sobre el terreno de juego. El Covadonga estaba bien replegado y cuando tenía el esférico ponía en apuros a los granates, que erraban en los pases y prácticamente nada les salía. Sólo Guèye, que estrenó titularidad, era capaz de desequilibrar en banda derecha y generar cierta sensación de peligro.
Así se llegó al minuto 15 de juego, instantes en los que el encuentro estuvo a punto de dinamitarse. Bastos se tiró al suelo a cortar un balón, pero despejó al vértice el área. Pelayo Avanzini lo recogió y filtró el balón hacia Ariel Herrero, que disparó a la madera. Era el primer aviso claro.
A los de Yago Iglesias, por su parte, nada les salía. Cuando tenían el balón lo perdían enseguida. Erraban en los controles, en los pases y en las conducciones, lo que hacían inviable anotar un gol que diera algo de tranquilidad.
Mientras tanto, el Covadonga aprovechaba las acciones a balón parado para poner en apuros a Edu, que atajaba uno de esos saques de esquina para provocar un contraataque que pudo ser clave para el Pontevedra. El guardameta envió en largo a Chiqui, éste corrió toda la banda izquierda hasta plantarse en el borde del área, pero un defensor lo derribó al borde del área y el colegiado pitó falta. Yelko chutó, pero el disparo dio en la barrera.
Y no fue hasta alcanzada la media hora de juego cuando los de Lérez tiraron por primera vez entre los tres palos por medio de Charly, que recibió un balón filtrado y chutó muy flojo sin problemas para Aramburu.
Parecía que con el paso de los minutos el Pontevedra empezaba a encontrarse cómodo sobre el verde, pero seguía sin encontrar espacios claros entre los jugadores de un Covadonga completamente cerrado en defensa y que volvía a aprovechar un error de Churre para poner a prueba a Edu Sousa en la portería contraria.
Necesitaban los granates un lavado urgente de cara y el punto de inflexión llegó por fin en la recta final del primer tiempo. Dalisson puso un centro preciso desde la izquierda y entre los defensas se elevó Bastos, que no llegó a rematar. Apareció sin embargo Charly en el segundo palo para rematar, esta vez sí, al interior de la red y poner en pie a la afición de Pasarón.
Lo más difícil ya estaba hecho, pero el Pontevedra quería todavía más. Yago Iglesias dio entrada a Rufo tras el descanso en lugar de Guèye y los granates pasaron a jugar con dos puntas, mientras que Chiqui y Dalisson pasaron a jugar más atrasados para evitar cualquier posible susto del Covadonga.
Y los efectos no se hicieron esperar. Se habían cumplido tan solo los primeros tres minutos del segundo tiempo y los granates lograron la tranquilidad de nuevo con un gran centro desde la izquierda. Chiqui, que se convirtió en un auténtico revulsivo, la puso desde el vértice del área al punto de penalti. Allí apareció Dalisson en carrera para engancharla en el aire y de primeras enviar el balón al fondo de la red y subir el 2-0 al marcador.
Llegó así la tranquilidad a la parroquia granate, que pasó de apenas generar peligro a acumular llegadas. Rufo pudo hacer el 3-0 en el 55 tras un gran envío de Zabaleta que Aramburu envió a córner; después Chiqui estuvo a punto de hacer lo propio, pero se escoró demasiado, y también Yelko, a pase del 11, se plantó en el área pequeña, pero otra vez el guardameta intervino para evitar el tanto.
Siguieron pasaron los minutos y el Pontevedra no conseguía materializar las ocasiones que tenía. Por suerte, mucho tenía que cambiar el partido para que los tres puntos no se quedaran en Pasarón.
De hecho, la única intervención de Edu Sousa en esta segunda mitad fue en el minuto 83 tras una llegada por la derecha de Alberto González.
Ya alcanzado el tiempo de descuento y con el triunfo en el bolsillo, Rufo volvió a buscar el tercero, pero no tuvo suerte.
Celebró el Pontevedra el triunfo como si de un título se tratase y es que los empates de Ourense y Zamora le permiten volver a ser líder en solitario a falta de tan solo cuatro jornadas por disputarse, una de ellas contra el equipo ourensano en Pasarón.
PONTEVEDRA CF (2): Edu Sousa, Bastos, Churre, Mario Gómez, Borja Domínguez (Samu Mayo, min. 76), Yelko (Toño Calvo, min. 88), Chiqui (Barbeiro, min. 88), Dalisson, Zabaleta, Charly y Libasse Guèye (Rufo, min. 45).
CD COVADONGA (0): Carlos Aramburu, Alberto González, Álvaro García, Álex Menéndez, Emilio Morilla, Ariel Herrero, Asier Gomes (Omar Álvarez, min. 62), Adrián Turmo (Carlos Figar, min. 71), Adrián Trabanco, Pelayo Avanzini (Bautista, min. 81) e Iván Fernández (Samu Pérez, min. 81).
Árbitro: Omar Álvarez Rodríguez, auxiliado por Sergio Álvarez Pardo y Alejandro Fernández (Castilla y León). Amonestó a Churre (5'), Guèye (32') en el Pontevedra y a Pelayo Avanzini (19'), Alberto González (32') y Adrián Turmo (41') en el Covadonga.
Goles: 1-0, Charly, min. 45. 2-0, Dalisson, min. 48.
Incidencias: Partido de la jornada jornada 30 de liga en el Grupo I de Segunda RFEF disputado en el Estadio Municipal de Pasarón ante 2.756 espectadores.