El Club Cisne Balonmano logró este sábado un triunfo cómodo y solvente delante del Eón Alicante para mantenerse en puestos de play-off a falta de dos jornadas para la conclusión de la liga.
Los jugadores del equipo pontevedrés realizaron un gran partido en defensa, sobre todo en la recta final del primer tiempo y se fueron al descanso ganando de cinco goles. Ya en la segunda, tras unos instantes igualados, rompieron la barrera de los ocho tantos con la que se puso punto y final al encuentro.
Sin embargo, el inicio del duelo no fue del todo bueno para los jugadores de Jabato, que tardaron más de cuatro minutos en abrir la lata por medio de André de Moura. El marcador mostraba un 0-1, pero enseguida se convirtió en un 3-1 tras el doblete de Rubén Etayo.
Pero la fluidez ofensiva por parte del Cisne desapareció y el Alicante devolvió empate a los 9 minutos de juego (3-3), dando paso a los instantes de mayor igualdad que se traducían en goles en ambas porterías (10-10).
Fue entonces cuando se produjo un punto de inflexión y los de Jabato aprovecharon que Oriol Blanco se fue dos minutos al banquillo para volver a poner el +2 en el luminoso. Los alicantinos respondieron reduciendo distancias tras la exclusión de Furtado, pero otra superioridad numérica por parte del Cisne a falta de tres minutos para la conclusión del primer tiempo le sentó como agua de mayo a los jugadores pontevedreses, que hicieron el 17-12 con el que se alcanzó el descanso.
Tras el paso por los vestuarios, el cuadro visitante trató de aumentar su intensidad para mantener el pulso a los de Lérez, que seguían mandando en el marcador en 5 y 6 goles.
Dani Serrano fue excluido y fue entonces cuando el Alicante recortó diferencias en tres tantos. Jabato, ante esa situación, paró el cronómetro, pero los visitantes respondieron con un gol de Jero Cartagena que apretaba el resultado en tan solo dos goles.
Todo podía ocurrir, pero el Cisne no quería tirar por la borda lo conseguido hasta el momento. Apretó los dientes en defensa y, aunque esa intensidad se vio penalizada en inferioridades, supo aguantar el intento de reacción del rival para subir el 24-20.
Todavía quedaban 15 minutos por delante y el técnico visitante paró el cronómetro para revertir la situación, pero en lugar de conseguirlo, fueron los de Pontevedra los que, apoyados por su público, siguieron aumentando la diferencia hasta llegar a los ocho tantos con los que concluyó el encuentro (33-25).
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