Ni las bajas que presentaba el Real Madrid Castilla ni el supuesto orgullo herido por la paliza encajada una semana antes. Nada sirvió a un Pontevedra de dos caras, que repitió errores en Valdebebas para prácticamente entregar el partido en los primeros 15 minutos y que a punto estuvo de enmendar la plana en un gran segundo, pero lo evitó el colegiado anulando un gol a los granates en la última acción del choque.
La primera parte volvió a ser poco menos que una película de terror para los granates. Con una defensa de mantequilla y una falta aún más alarmante de pólvora en ataque, los de Luismi se empeñaron en defender "con la mirada" y fallando las pocas, pero claras ocasiones de gol de las que dispusieron, además de dar siempre la sensación de no saber muy bien a qué jugar.
Perdidos en el campo, sin argumentos futbolísticos que no fueran el envío de balones en largo a los que nunca llegaba Adiguibe, los granates parecieron durante ese primer tiempo absolutamente perdidos, vagando como almas en pena resignadas a su suerte, lo que hizo que el Real Madrid Castilla ni siquiera se viera obligado en ningún momento a exprimirse ni exhibir lo mejor de su repertorio.
Cualquier balón filtrado a la espalda de los defensas pontevedreses era una pesadilla y el filial merengue se sentía muy cómodo, con la pelota en su poder, esperando con paciencia la ocasión de morder a la débil defensa visitante.
Poco más de cinco minutos habían transcurrido cuando los de Raúl se adelantaban. Fue como consecuencia de un centro de Baeza que da en la espuela de Pol y cae en los pies de Ayoub, que llegó desde atrás absolutamente sólo para batir con facilidad a un vendido Edu.
Una llegada, un gol, lo que no sucedería en el área contraria poco después. Álvaro Bustos roba y cede al borde del área pequeña. Adiguibe, en lugar de rematar de primera, intenta un control complicado para terminar metiendo la puntera pero con tiempo para que Guillem ya situado bajo palos, salve el empate.
Perdonó el cuadro granate, y no lo haría el merengue. Un pase filtrado de Blanco entre los centrales. Baeza que gana la acción a Pol Bueso y hace el segundo. Iban 13 minutos. De nuevo los de Luismi veían como la montaña a escalar era gigante casi antes de empezar la expedición.
El único recurso con el cual los visitantes parecían superiores eran las acciones a balón parado, en una de ellas pudo recortar Romay, pero su remate de cabeza a la salida de un corner lo rechazó el larguero.
Poco más hasta el descanso, salvo un nuevo remate de Adiguibe, a centro de Nacho López, que el atacante mandó a las nubes.
Y la segunda parte comenzó de forma parecida, aunque con un Pontevedra que aprovechaba las alegrías defensivas de un Real Madrid Castilla más preocupado de buscar el tercero que de cuidar su ventaja. Así, de nuevo tras un corner, la tuvo Romay. Su remate de cabeza lo salvó Altube sin que Adiguibe llegase más que a golpear al portero.
Como si fuese un punto de inflexión, el Real Madrid Castilla se vino abajo y el Pontevedra pasó de dominado a dominador. Los granates se soltaron y ofrecieron una cara diametralmente opuesta y cambiada, para mejor, de lo que habían hecho hasta entonces.
Adiguibe, a los 53 minutos, estrelló en el larguero un centro de Nacho López, cuando parecía increíble no meterla entre los tres palos. Una vez más había vuelto a desperdiciar una ocasión clara el equipo granate, que podría haberle metido en el partido.
Intentó volcarse el Pontevedra, a costa de exponerse a las peligrosas contras de los locales. En una de ellas tuvo el Real Madrid Castilla su única llegada de todo el segundo tiempo, que finalizó con un centro al segundo palo que remató Jordi al larguero.
Hasta que, por fin, al quinto intento, Adiguibe encontraba el gol. Fue como consecuencia de un gran pase de Álex Fernández hacia Álex González, que se fue y puso un centro perfecto paralelo al área de meta, que salvó a toda la defensa y portero local hasta llegar a Adiguibe, que esta vez sí, remató de primera a puerta vacía.
Si el paso adelante del Pontevedra, dejando en el vestuario su inútil apuesta por el fútbol directo, había hecho dudar al Real Madrid Castilla, encajar el gol terminó por descentrarlo. Los blancos habían perdido el control del balón y con él el mando del partido. Ahora eran los visitantes los que mandaban y daban sensación de poder conseguir bastante más. De hecho Víctor Vázquez tuvo el empate, pero lo evitó Altube.
Lo que siguió fue un permanente acoso sin llegar al derribo del Pontevedra sobre el área de un Real Madrid Castilla tocado, incapaz prácticamente de pasar del centro del campo ni de inquietar a Edu. Los granates fueron mucho mejores, pero su dominio y mejor fútbol apenas le dio para más que llevar el nerviosismo a los blancos y a la grada. Hasta el descuento. Aquí todo pudo y debió cambiar.
Cada acción a balón parado era un suplicio para los locales y Víctor Vázquez remató una de ellas desviado, en muy buen posición. Hasta que, en la última acción del tiempo añadido, superado el minuto 94, un corner que lanzó Álex Fernández, terminó tras varios remates y rechaces con el balón en el fondo de la portería madrileña.
Era el más que merecido empate, pero el árbitro anuló el tanto a instancias de su asistente, en remate de cabeza de Romay, señalando fuera de juego de Javi Pazos, que no llega a tocar el balón, pero que era lo más fácil y cómodo si se tiene en cuenta el escenario y rival que el Pontevedra tenía enfrente. En el tumulto que se formó rodeando al asistente, Luismi, que había acudido desde el banquillo para celebrar el gol, resultó expulsado por estar fuera del área técnica.
REAL MADRID CASTILLA (2): Altube; Guille, Chust, Javi Hernández, Fran García; Baeza (Dotor, minuto 90), Blanco, Ayoub (Bravo, minuto 69); Marvin (Feuillassier, minuto 77), Pedro y Jordi.
PONTEVEDRA CF (1): Edu; Nacho López, Víctor Vázquez, Pol Bueso, Álex González; Álex Fernández, Berrocal; Álvaro Bustos (Rivera, minuto 84), Romay, Pedro Vázquez (Javi Pazos, minuto 73); y Adighibe.
Árbitro: Manuel Jesús Orellana Cid (Andalucía), auxiliado en las bandas por José Francisco García Lozano y Francisco J. Expósito Jaramillo. Expulsó con roja directa al entrenador del Pontevedra, Luismi (minuto 94). Amonestó a Ayoub, Blanco y Javi Hernández, en el Real Madrid Castilla y a Álex González, Adiguibe, Víctor Vázquez y Nacho López, en el Pontevedra.
Goles: (1-0) Minuto 5: Ayoub. (2-0) Minuto 13: Baeza. (2-1) Minuto 61: Adiguibe.
Incidencias: Estadio Alfredo Di Stéfano (Valdebebas-Madrid). Unos 700 espectadores, con presencia de aficionados de la peña "Territorio Granate", como cada vez que el Pontevedra juega en tierras madrileñas.