A falta de fútbol, buenos son recuerdos. Las ligas de medio mundo están paradas por la pandemia del Covid-19 y por eso muchos aficionados echan la vista atrás para recordar las grandes gestas de su equipo. Y muchos granates recordarán que hace cinco años, a estas alturas del año, sí que había fútbol y el club de Pasarón apuraba sus últimos meses en el infierno de la Tercera División.
El 29 de marzo del 2015, el equipo de Luisito visitaba, desde lo más alto de la tabla, al colista de la categoría. Y después de noventa minutos la condición de ambos contendientes se acentuó todavía más. Los granates arrasaron al Bertamiráns con un huracán goleados que se saldó con ocho tantos para los visitantes y ninguno para los locales, que ni siquiera desde el punto de penalti fueron capaces de estrenar su casillero.
El protagonista de auella histórica tarde fue Jorge Rodríguez. El ariete cántabro, que iba a convertirse unos meses más tarde en el héroe del ascenso, no ofreció su mejor versión durante la temporada regular, pero en la cancha santiaguesa ofreció su mejor versión para firmar un póker.
El encargado de inaugurar el marcador fue el otro killer de la plantilla, Pablo Carnero. Dos minutos después, Rodríguez se unió a la nómina de goleadores. Y el siguiente fue Mouriño. Con 0-3 al descanso, el Pontevedra no levantó el pie del acelerador y siguió castigando a su inocente rival. Dos nuevos zarpazos del delantero cántabro antes de que se cumpliera el minuto diez del segundo tiempo, ahondaron en la herida local. Benja puso el sexto, Saúl en propia puerta, el séptimo; y el póker de Jorge Rodríguez se consumó en el 83 para rematar una goleada sin parangón en los libros de la historia granate.
No era la única vez que el Pontevedra hacía más de una manita a su rival. En la temporada 2005/2006 lo consiguió dos veces. También en los meses de marzo y abril. La primera víctima fue el Negreira el 18 de marzo del 2006 y la segunda el Atlético B solo un mes después. Ambas en Pasarón. Y un año antes, también en los albores de la primavera, los granates, entrenados por Argibay, caminaban con ilusión hacia una permanencia en la Segunda División con un 5-0 al Lleida.
Los registros históricos evidencian que la capacidad goleadora del Pontevedra florece en la primavera. La llegada de Rufo a la actual plantilla granate y su explosión goleadora de sus últimos partidos podrían ser síntomas de un nuevo idilio con el gol, pero llegó el coronavirus para cortar una racha y una competición que sigue sin visos de reanudarse.