Un Pontevedra camaleónico en lo táctico testa su mejoría contra el Fuenlabrada, segundo peor visitante del grupo

Pontevedra
17 de noviembre 2022

Los granates vuelven a competir en Pasarón tres semanas después de su triunfo sobre el San Fernando y con el refuerzo positivo de haber logrado el primer triunfo a domicilio y clasificarse para la siguiente ronda de la Copa del Rey. Antonio Fernández recupera a Álex González, pero pierde a Oier Calvillo por lesión y a Luis Martínez, por sanción

Antonio Fernández, entrenador del Pontevedra, en una sesión de entrenamiento en A Xunqueira
Antonio Fernández, entrenador del Pontevedra, en una sesión de entrenamiento en A Xunqueira / Mónica Patxot

El Pontevedra regresa a Pasarón tres semanas después de derrotar al San Fernando. Por el camino ha quedado una derrota por la mínima en Valdebebas y la primera victoria a domicilio con clasificación para la siguiente ronda de la Copa del Rey en Manresa. El invitado será otro rival de enjundia, el recién descendido Fuenlabrada visitará el coliseo del Lérez este sábado a las 19 horas.

"Nos vamos a enfrentar a un rival que tiene unos números fuera de casa que no son los mejores, pero es un rival de entidad y hecho para estar arriba", advierte el entrenador del Pontevedra, Antonio Fernández. El conjunto madrileño marcha en octava posición, pero es el segundo peor visitante del grupo. Fuera de casa solo ha anotado dos goles, y solo uno le ha servido para arrancar un empate en su visita a Unionistas.

Aun así, en el vestuario de Pasarón no bajan la guardia. "Todos los equipos que llevan mala racha fuera de casa en algún momento van a ganar, incluidos nosotros. La categoría es complicada y fuera de casa a muchos equipos les cuesta sacar resultados positivos. No tenemos que pensar en la racha del Fuenlabrada porque es un equipo hecho, por nombres y presupuesto, para estar en la zona alta", remarca Fernández Rivadulla.

En este sentido, la misión del conjunto granate pasa por "ser un Pontevedra agresivo, que no deje jugar al rival y capaz de adaptarse al juego que disponga, que a veces es directo y llega con pocos pases al área contraria y otras, tienen juego combinativo", explica el preparador nacido en Ourense.

Para la batalla, recupera el técnico granate al capitán Álex González, que se perdió los dos últimos partidos por lesión, pero pierde a Oier Calvillo, decisivo en el cruce copero, por un golpe en un hombro. Tampoco podrá jugar el central Luis Martínez, que cumplirá su partido de sanción por la tarjeta roja vista en Valdebebas.

Una de las grandes incógnitas y también una de las bazas que pueden aprovechar los locales para sorprender a su rival se sitúa en el planteamiento táctico que presentará Antonio Fernández el sábado. En las últimas jornadas el Pontevedra ha demostrado ser un equipo camaleónico. Un conjunto capaz de jugar con tres centrales o con la clásica línea de cuatro, de presionar a su rival en campo contrario y ser dueño de la posesión o replegarse en bloque bajo, renunciando al dominio del juego para atacar los espacios a la espalda de la defensa del contrario.

"Creo que en casa tenemos que ser un equipo que exponga mucho más, mucho más alegre con el balón y que someta al rival. Pero con las precauciones suficientes para mantener nuestra portería a cero", explica el entrenador sin dar grandes pistas sobre el planteamiento del próximo partido.

Cuestionado sobre cuál es el tipo de juego que más le gusta, Antonio tira de tópicos. "El Pontevedra que más me gusta es el Pontevedra que gana", declaraba antes de matizar que lo mejor para sumar de tres en tres es "conjugar las dos formas de entender el fútbol, ya sea defendiendo un poco más en bloque intermedio o siendo un equipo agresivo que va a buscar al rival al área contraria y presiona alto".

Estos dos tipo de planteamientos los decide en función del equipo que esté en frente. "Hay que saber a qué rival te enfrentas, si te puede hacer daño si te desproteges atrás. Dependiendo del rival puede haber un Pontevedra de una manera o de otra", concluye el técnico.

En este sentido, justifica Antonio Fernández que el plasmado en la última jornada en el enfrentamiento contra el Real Madrid Castilla, en el que el Pontevedra salió muy replegado y apenas pisó el área rival, "era un equipo diseñado para no encajar, no sufrir, tener el partido vivo hasta el final y aprovechar cualquier acercamiento que tuviésemos para ver portería". 

Otro factor diferencial para este partido está en la grada. "Pasarón tiene que ayudarnos como nos está ayudando en todos los partidos que jugamos en casa porque mucho de la salvación que estamos buscando pasa por Pasarón", remarcaba el preparador pontevedrés, antes de añadir que "ojalá podamos contar con mucha gente que venga al estadio el sábado. Es necesaria porque el Pontevedra es de todos y la afición es clave". 

Tan importante como el calor de la hinchada es el aspecto anímico y, en este sentido, la victoria de la pasada semana en Manresa ha reforzado la moral de toda la parroquia granate, pero especialmente la del vestuario. "Sabíamos que fuera de casa nos costaba ver portería, pero vimos cosas muy positivas, llegadas por bandas muy buenas, llegadas de jugadores de segunda línea, también a nivel defensivo estuvimos muy bien. La confianza se tiene que ver reflejada el sábado en Pasarón contra el Fuenlabrada", sostiene el entrenador. 

Algo que ha contribuido a fortalecer los lazos del vestuario fue la comida que tuvo lugar hace una semana en Pasarón en la que todos los integrantes del primer equipo degustaron un arroz cocinado por el propio Antonio Fernández. "Que haya un buen vestuario para mi es clave. Que todo el mundo se lleve bien porque cuando haya dificultades habrá que recurrir a eso. Si estás cercano a tu compañero, le vas a ayudar. Esto se hace para que haya comunión en el vestuario y todos rememos en la misma direccion. Se ha dado la circunstancia de que conseguimos la primera victoria fuera de casa así. Si hay que hacer alguna más, se hará", remató Antonio Fernández.