Fue un domingo de la Peregrina de 1967 cuando Carmen Domínguez y Ernesto Solla, pastelero con largo oficio formado en obradores tan afamados como Los Castellanos, abrían las puertas de Confitería Solla en la calle Michelena, 7, de Pontevedra. Ese mismo día ya se formaron largas colas de clientes que querían probar los exquisitos pasteles artesanos que a día de hoy siguen manteniendo las fórmulas originales.
La fecha tan señalada y el hecho de que la iglesia de la Peregrina esté a pocos pasos de la pastelería, confieren un significado especial para la familia Solla. "Mi padre era muy devoto de la Virgen, siempre le llevaba un ramo de flores el sábado de la Peregrina", comenta Mayka Solla Domínguez, la propietaria del obrador tras el fallecimiento de su padre en 2018. Sin embargo, la familia Solla apenas podía celebrar las fiestas, porque eran días de mucho trabajo y "si no acababan muy cansados, al final podían llevarnos a mi hermano y a mí a las barracas de la Alameda".
Pese a ser una época en la que "los padres trabajaban muchísimo", la relación de Mayka Solla con las Fiestas de la Peregrina sigue siendo muy especial. Recuerda que de niña le encantaba que la vistiesen de gallega y mientras "mis padres estaban aquí trabajando, yo me iba sola con mi ramito a la ofrenda floral de la Peregrina, para mí es un recuerdo muy bonito, y lo sigue siendo".
Tanto es así que Confitería Solla ha preparado un escaparate especial en el que abundan los motivos relacionados con los peregrinos, de los que la Virgen es la patrona.
"He puesto una decoración que tenga que ver con las conchas, que tienen mucho significado con la Peregrina. Los bombones de concha hechos artesanalmente en Galicia, que están aromatizados a café y le gustan mucho a los turistas, los tenemos a granel y en cajitas. He puesto las queimadas individuales de Berrimes, una marca artesana gallega, que también es algo novedoso, vienen con sus granitos de café, la monda de naranja…, hasta traen la cucharilla y un código QR con un vídeo para ver cómo encenderla. He intentado poner cosas que representen un poco lo gallego y todo lo relacionado con los peregrinos y la Virgen Peregrina. También he puesto las especialidades de la casa, como son las minitartas de Santiago, que tienen que ver con las peregrinaciones. Incluso el suelo del escaparate está forrado con un papel que encargué con motivos de conchas", explica Mayka Solla.
En esta decoración destaca el cuadro que el artista pontevedrés Celso Varela pintó el pasado mes de junio, cuando a su regreso de exponer en el Instituto Cervantes de Roma decidió sacar los pinceles a la calle. "Lo conozco personalmente, es un artista excepcional, me acordé de que al pintar la calle había incluido el escaparate y el rótulo de Solla, le pedí el cuadro y me cedió otros dos más pequeños que tenemos dentro de la tienda y que llaman mucho la atención".
CLIENTELA DE TODA LA VIDA
Aunque Mayka Solla reconoce que las comidas en familia en la Peregrina como se hacían antaño se han perdido, la Semana Grande es un período que sigue siendo de mucha actividad en la tienda. Mantienen una clientela fiel de Pontevedra, a la que se suma aquellos pontevedreses que viven fuera y regresan a la ciudad en estas fechas. "Se nota mucha gente que es de aquí pero vive fuera, porque te comentan cosas como: yo de niño compraba aquí, sigue oliendo igual, gracias por seguir..., y eso para nosotros es una satisfacción, de saber que estamos haciendo bien las cosas".
En este punto, Mayka insiste en destacar "el cariño y agradecimiento que sentimos hacia nuestros clientes pontevedreses" y la emoción de que "se sientan orgullosos de tener una pastelería así en Pontevedra".
Los turistas también se han convertido en clientes importantes en los meses de verano. "Hasta hay una guía que siempre se para aquí con las excursiones. Se nota que hay muchos más turistas, y con el triatlón yo creo que también se va a notar más, porque se mueve mucha gente de muchos países".
Confiesa Mayka Solla que le encanta atender a gente de fuera porque descubre su sorpresa al ver tanta variedad de pasteles con el lema "Especialidad de la casa". Explica Solla que "preguntan por todos los nombres, les llaman la atención porque son pasteles tradicionales que no conocían, preguntan por los ingredientes y el porqué del nombre".
¿Por qué pastel preguntan más los turistas? "Por los jesuitas, y yo les explico que tienen forma de pico por la capucha en punta que llevaban los jesuitas en la túnica". Es una teoría, porque cada nombre de pastel esconde muchas historias que se han ido alimentando con el paso de los años. "Muchos pasteles tradicionales especialidad de la casa tienen nombres religiosos, como el tocinillo de cielo, las glorias, las religiosas o los jesuitas. Supongo que será porque las monjas siempre han hecho muchos pasteles", concluye Mayka Solla con una sonrisa.
ESPECIALIDADES DE LA CASA
Para estos días de celebración, en Confitería Solla se puede encontrar un amplio surtido de pasteles "Especialidad de la casa".
Sin olvidarnos del delicioso keike, "que es el 'plum cake' inglés pero galleguizando la palabra, es un bizcocho tradicional de Galicia que tiene mucho éxito, está muy bueno", y las pastas, que la propietaria de la tienda reconoce que es el "producto estrella entre los pontevedreses y con mucho tirón también entre los turistas".
Y los que prefieran salado, también las empanadas de Solla tienen mucha acogida. "Tenemos las de masa normal y masa de hojaldre, que esta la hacemos más bien por encargo, de tres ingredientes: bonito, bacalao con pasas, que es muy gallega, y la de lomo, que es la que tiene más éxito".