La concesión por parte del Gobierno de Mariano Rajoy de la prórroga a Ence - Energía y Celulosa para permanecer otros 60 años más en Lourizán provocó una reacción inmediata en el Concello de Pontevedra y los colectivos ecologistas. Sucedía el 25 de enero a través del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que establecía este plazo "dado el fuerte compromiso de Ence en Pontevedra con una inversión de 61 millones de euros".
Según Ence, esta decisión permite salvar los más de 800 puestos de trabajo de Ence en Pontevedra y los más de 5.000 en toda Galicia. Sin embargo, desde el Concello de Pontevedra esta decisión se considera injusta y que se cometeron "defectos" no procedemento administrativo.
Por su parte, la Xunta de Galicia firmó un pacto ambiental con la empresa pastera con el objetivo de que invirtiera en la comarca. Los directivos de Ence afirmaban que quieren que la fábrica de Lourizán sea "invisible" medioambientalmente y "comprometida" en el terreno social. Además, contemplaba la creación de una planta de biomasa en Lourizán.
ELNOSA
Con escaso margen de maniobra porque su plazo para permanecer en Lourizán concluye a finales de 2017, la dirección de Elnosa también ha realizado sus movimientos a lo largo de 2016 con conversaciones con la Xunta de Galicia y el proyecto de reconversión del proceso productivo actual eliminando la utilización de mercurio para ajustarse a la normativa europea.
Los trabajadores han llevado a cabo diferentes acciones para reclamar un cambio de postura del gobierno local, que se opone a su continuidad en las actuales instalaciones y, en todo caso, piden a la Xunta que declare la supramunicipalidad, que permita a la empresa clorera mantenerse en la ría. ¿La solución? En 2017.