Por tierra, mar y aire. Así ha visitado el aventurero Jesús Calleja el municipio de A Illa de Arousa, protagonista de excepción del programa Volando voy, emitido por Cuatro el pasado domingo. Se trata de un espacio que descubre los rincones más desconocidos y agrestes de la geografía española, valiéndose para ello de la tecnología más sofisticada.
Esta entrega de Volando voy, la última de su cuarta temporada, se grabó el pasado mes de junio y, ya entonces, Calleja se deshizo en elogios hacia la ría de Arousa, mostrando su entusiasmo por Galicia a través de sus perfiles en redes sociales.
Durante la emisión, el programa de Cuatro ha mostrado espectaculares imágenes aéreas de la ría de Arousa, grabadas en su día desde el helicóptero amarillo al que, cada semana, se sube el propio Jesús Calleja y también mediante el empleo de varios drones teledirigidos.
El aventurero leonés llegó a la ría arousana para conocer el modo de vida de la población y, sobre todo, a aprender todo lo relacionado con el mejillón. Así, además de A Illa, el programa ha trasladado a los espectadores, entre otros lugares, a la isla de Sálvora, a Vilagarcía de Arousa, el parque de Corrubedo o Ribeira.
Calleja, además de conocer los parajes naturales de la zona, tuvo tiempo para conocer a Antonio, un peculiar biólogo que le mostró numerosas curiosidades sobre el mejillón; a Benita, una mariscadora jubilada que emocionó a todos con su historia de vida; o a Javi Maneiro, guitarrista del grupo de rock Heredeiros da Crus.
También probó la gastronomía local de la mano del chef Pepe Solla, haciendo uso de la última tecnología de impresión 3D con alimentos, compartió una jornada de trabajo con las mariscadoras e impulsó la construcción de un banco y de un aparcamiento para bicicletas hechos a partir de la concha de mejillón que se desecha.
Además, como es habitual en cada programa, Jesús Calleja intenta resolver algunos problemas diarios a los que se enfrentan los vecinos de las zonas que visita. En A Illa, como no podía ser de otro modo, optó por prestar su ayuda a la población que vive directamente del mar, especialmente los bateeiros.
Los bateeiros tienen que estar vigilando constantemente las bateas, ya que cualquier cambio en el agua del mar ocasionado por vertidos externos como la marea roja podría acabar con toneladas de este molusco, lo que sería un desastre para la economía local.
La misión de Calleja consistió en probar un sistema de sensores que analiza el agua las 24 horas del día y permite actuar rápidamente si surge algún problema. Para ayudarle, contó con la participación especial del actor Álex González, que se encuentra grabando en Galicia la serie de Telecinco Vivir sin permiso. No dudó en ponerse en traje y bucear con el aventurero.
Todos los protagonistas del programa se reunieron para verlo juntos en un acto, celebrado en A Illa, y conducido por Jesús Calleja. Las imágenes y las reacciones que provocó este visionado también acabaron siendo incluidos en el entretenido montaje final.