El cese de actividad de las empresas por la crisis sanitaria provocada por el coronavirus está provocando un terremoto en las economías de todos los países y la ciudad de Pontevedra no es ajena. Comercio y hostelería son dos de los pilares fundamentales del negocio local pero tuvieron que cerrar sus puertas y detener su actividad desde el estallido de la crisis. Reducir gastos es vital para superar el parón y evitar el pago de nóminas puede marcar la diferencia entre la supervivencia y la liquidación.
Asociaciones de empresas como Aempe (Asociación de empresarios de la pequeña y mediana empresa) o AJE (Asociación de Jóvenes Empresarios) resuelven estos días decenas de dudas acerca de las medidas proporcionadas por el Gobierno para superar esta situación. Los ERTE, expedientes de regulación temporales de empleo, son un salvavidas para muchas entidades. Aempe recomienda acogerse a ellos de forma inmediata a todas las empresas que cesaron su actividad, mientras que desde AJE piden analizar la situación con calma porque conlleva una serie de obligaciones posteriores que no todas podrán hacer frente.
"Los ERTE no afectan para nada al trabajador, que quede claro. Los que cerraron lo deben hacer porque es una herramienta para resolver el problema, es absurdo no hacerlo", asegura el presidente de Aempe, Jose María Corujo. Sin embargo, su homólogo de AJE, Jesús Rey, matiza que "hay que valorar el estado del trabajador porque a la vuelta habría que mantenerlo al menos seis meses y tienen que saber si van a facturar para poder mantenerlos". En este sentdio, Rey reconoce que hay empresas a las que no les quedará otra salida que despedir a parte de su plantilla, "aunque la intención es de volver a contratarlos", puntualiza.
Aun así, desde ambas agrupaciones piden calma a sus asociados y que no se centren en el corto plazo. "El tiempo de suspensión se va a alargar mínimo un mes y hay que pensar en el día después porque habrá una lista enorme de pagos pendientes y sin ingresos, va a haber empresas que habrá que reflotar", alerta Corujo.
Uno de los debates relacionados con el empleo que está sobre la mesa es el papel de Ence en esta crisis. La fábrica sigue funcionando pero redujo la carga de trabajo de su plantilla y para el presidente de Aempe el mantenimiento de su actividad es imprescindible. "Está en servicios mínimos y es un servicio esencial porque también produce energía y materias que son necesarias", sostiene Corujo quien considera que un eventual paro de la planta de Lourizán sería muy negativo para la economía.
Desde AJE reconocen también su preocupación por los comerciantes y autónomos. "El comercio en Pontevedra no está en su mejor momento y esto no le va a ayudar y los autónomos tampoco están en la mejor situación por los alquileres, el cese de actividad y demás gastos", asume Rey.
A pesar de la gravedad del panorama, la patronal hace un llamamiento a la calma. "Hay que ver qué se está publicando y darle tiempo a las asesorías para que lo interpreten todo, no se deben tomar decisiones a lo loco", advierten desde AJE, cuyo presidente está convencido de que las medidas que está adoptando el Gobierno "son para pasar esta situación de la mejor forma y volver con más fuerza, además habrá más publicaciones".
La ampliación del Estado de Alarma hasta al menos el 12 de abril debe llegar acompañado de un nuevo paquete de medidas. "Habrá normas complementarias", esperan desde Aempe. Entre ellas aguardan un aplazamiento de la campaña de la renta, mientras que desde el Centro Comercial Urbano Zona Monumental urgen la suspensión del pago de impuestos que deben afrontar las pequeñas empresas en el mes de abril.
Otra losa que pende sobre la cabeza de los empresarios es el pago de los alquileres. "Les decimos que hablen con los propietarios", reconoce el presidente de los comerciantes de la zona vieja, Miguel Lago. Otro asunto que preocupa al sector es el pago de las tasas locales, que esperan que sean anuladas. "No sabemos qué va a pasar con las tasas de las terrazas, el IBI o el agua", plantea Lago quien reclama al gobierno local "ayudas porque va a haber un menor consumo". Este colectivo alerta de que se produjo "una pérdida de turismo que no se va a recuperar y en verano la gente va a reducir los gastos y viajes", augura Lago.
No todo es negativo, aseguran desde esta asociación, porque el suministro de mercancías de primera necesidad está asegurado, aunque temen que el descenso del consumo perjudique a los proveedores.
Por otro lado, el dirigente de la Asociación de Jóvenes Empresarios confiesa que buena parte de sus asociados llevan encadenando crisis desde hace años por lo que "igual somos más luchadores y se nos ocurren mil ideas y opciones para redirigir los negocios o formarse". En este sentido, Rey pide a sus asociados que aprovechen el parón para "pensar, analizar y formarse".
Otra lectura positiva que extraen los jóvenes emprendedores de esta crisis es la adopción de nuevas rutinas como el teletrabajo, las compras online o el uso de las redes. "Será un punto de inflexión y marcará un cambio de perspectiva para el empresario y el consumidor. Lo que no te destruye, te hace más fuerte",