Apenas 24 horas después, en el mismo lugar y con diferentes visitantes. Así fue la visita que lideró el alcalde de Pontevedra para mostrar el modelo urbano de la ciudad. En esta ocasión, los que querían comprobar las soluciones que se adoptaron en la Boa Vila fueron los integrantes de una delegación técnica de la Cámara Municipal de Braga.
Con su concejal de Urbanismo al frente, los portugueses acudieron a Pontevedra para profundizar en su modelo, al considerarlo un "ejemplo a seguir" en la coexistencia en el espacio público de peatones y tráficos rodados, según explicó el edil Miguel Bandeira.
Con él estuvo un equipo de la consultora CINESI, que representa al departamento municipal de Movilidad de la ciudad lusa en la red CityMobilNet del proyecto europeo URBACT.
Bandeira explicó que Braga tiene una de las zonas peatonales más amplias de Portugal pero también registra una de las tasas de crecimiento de automóviles más elevadas lo que complica el camino hacia construcción de la ciudad "amable, respetuosa y sostenible" que quieren ser.
Además, añadió el responsable de Urbanismo, "tenemos problemas añadidos como el hecho de que carreteras nacionales cruzan la ciudad y aunque tenemos autopistas e infraestructuras viarias para retirar los grandes flujos de trafico de paso, la gente sigue atravesando el centro de la ciudad".
Así, buscan ideas para resolver los tráficos de paso y agitación, la aplicación de medidas de calmado de tráfico o invertir las prioridades en el campo de la movilidad a favor de las personas.
Además de la visita guiada por la ciudad, la delegación de Braga mantuvo una sesión de trabajo con técnicos municipales.