El cáncer no entiende de edades y en la sede provincial de la Asociación Española Contra el Cáncer en Pontevedra lo están comprobando en primera persona en los últimos meses. Ha aumentado el número de chicas jóvenes con la enfermedad que acuden para interesarse por su banco de pelucas. Esta circunstancia no necesariamente implica que hayan aumentado los diagnósticos entre las mujeres de menor edad, sino que entre ellas hay cada vez más demanda de este recurso con el que la entidad presta pelucas, pañuelos y turbantes para esos momentos complicados en los que los tratamientos provocan la caída del cabello.
Para hacer frente a esta demanda al alza, la asociación acaba de adquirir en un establecimiento de la ciudad 18 nuevas pelucas que prestan a las usuarias que se acercan a la asociación. Se suman a las alrededor de 200 que ya tenían hasta ahora y ayudan a renovar y rejuvenecer un servicio que durante el verano llegó a dar servicio a seis chicas en una misma semana.
La adquisición ya se hacía inaplazable. Sara Fernández, trabajadora social de la AECC en Pontevedra, confirma que "desde hace cierto tiempo" hay una "necesidad existente" por la demanda de chicas "cada vez más jóvenes, entre los 25 y los 35 años". Son mujeres que suman al dolor físico y impacto de la enfermedad en la salud y a nivel mental el choque psicológico que implica ver que su propia imagen cambia y pasan a no reconocerse en el espejo.
"Cada vez hay gente más joven" y este nuevo perfil "necesita otro tipo de peinados", más actuales que los que había en stock en el banco de pelucas, por eso se optó por realizar esa compra, por ofrecer propuestas de pelo corto, largo, moreno, rubio, liso, rizado, con flequillo... todas las posibilidades, pero siguiendo la moda actual. Todas son de pelo sintético y, en general, más largas que las que suelen utilizar las mujeres de más edad.
La demanda la veían en la asociación en su día a día, no se basa en ningún estudio científico sino en "lo que vemos aquí". La chica más joven que acudió a ellos tenía 24 años, pero no es, ni mucho menos, una excepción, pues en los últimos días llegaron jóvenes de 25, 27, 28, o 32 años.
En los últimos días acudió una joven de 25 años que confirmó la necesidad de esta renovación. Llegó llorando. Todavía no se le había caído el cabello por la radioterapia y la quimioterapia, pero esperaba el momento de forma inminente y era estudiante, de modo que no se podía permitir el importante desembolso de dinero que implica comprar una peluca. Las de pelo sintético rondan los 500 o 600 euros y las naturales alrededor de 1.000, algunas incluso 1.500.
Los préstamos son gratuitos, pues el banco se ha concebido para ayudar a las personas para las que, en plena enfermedad, les resulta inasumible este gasto.
El servicio es posible gracias a la solidaridad de las personas que hacen posible el funcionamiento de la AECC y también de pacientes que, tras superar la enfermedad, donan sus propias pelucas o de centros de estética que realizan sus aportaciones.
"Las pelucas se van renovando solas", asegura Sara Fernández, pero en estos momentos la necesidad llegaba por el tipo de postizos existentes, pues para que el banco funciona debe estar adaptado a todas las edades y estilos y no es lo mismo el pelo que necesita una chica joven que una señora de mayor edad. Se busca que la usuaria pueda encontrar opciones acordes a sus gustos y a su comodidad.
Estas pelucas, además, siempre regresan al banco, pues, una vez superada la enfermedad, las pacientes las devuelven. Además, se complementan con las que se realizan gracias a las donaciones de pelo natural que recibe la asociación. En su sede provincial recogen las coletas que donan ciudadanas que quieren colaborar con el servicio, con la recomendación que deben medir sobre 35 centímetros. Desde Pontevedra se envía a una empresa que colaborar con la entidad y que devuelve ese pelo convertido en peluca.
Este recurso tienen gran demanda porque las pacientes se encuentran con que "además del estigma de la enfermedad", tienen el "estigma físico de una sociedad en la que las mujeres, y más las jóvenes, quieren ir a la moda, estar guapas".
Además, muchas buscan con esta peluca minimizar el impacto que la enfermedad pueda tener en las personas que las rodean, pues "hay muchas madres que buscan con esto que sus hijos no se den cuenta"
Todos las personas interesadas en éste u otros servicios de la asociación y las que deseen donar material, pueden solicitar información en el teléfono gratuito de Infocáncer 900 100 036 (24h./365 días).