El 'Demo', como marca la tradición, volvió a hacer de las suyas por las calles y plazas de Pontevedra para poner el broche de oro a las Festas da Peregrina. Con unos escalofriantes trajes rojos y armados con vengalas de humo, el 'Demo' y su séquito persiguieron y se dejaron pillar por la chavalada durante toda la mañana y parte de la tarde de este martes.
Salió esta comitiva desde los arcos de San Bartolomeu para pinchar con su tridente a todo aquel que se cruzase en su camino. Comenzaron las burlas y trastadas a las 12.30 horas y se prolongaron durante buen tiempo. Aunque a última hora de la tarde, este diablo también tenía previsto volver a asomar la cabeza.
La programación de la fiesta se completa a las 21:00 horas con el concierto de San Bartomolé ofrecido por la Banda de Música de Salcedo en la plaza de José Martí. Media hora más tarde, a las 21.30 horas, sería el turno de la Foliada do Demo con Os Chichisos en la plaza de Curros Enríquez.
Veintiún años de historia contemplan a esta tradicional celebración, que es un ejemplo del folclore popular gallego, que hace falta mantener vivo en el tiempo.
La recuperación de esta cita fue una labor de investigación de enorme interés a la par que complejo, ante la dificultad de encontrar información sobre la celebración en sí. El rastreo principal se llevó a cabo a través del libro 'Pontevedra, boa vila', que cuenta con un texto de Vicente Risco y un par de ilustraciones de Agostiño Portela.
Por supuesto, la ciudadanía también ayudó, siendo fuentes orales de referencia, al contar quien era Dominguiños, un pontevedrés de aquella época, que siempre ejercía de 'Demo'.
Este Dominguiños era un antiguo aprendiz de electricista, luego vendedor de décimos de lotería, mas recordado en la memoria popular por ejercer de Lucifer llegado el momento adecuado, momento en el que niños y niñas huían, a pesar de que también sabían que podían obtener algún que otro regalo de él en forma de caramelo.