El Juzgado de Instrucción número 1 de Pontevedra ha decretado este miércoles el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza del hombre de 47 años detenido en la madrugada del domingo al lunes por matar a golpes y con cortes a una mujer en el barrio de Estribela.
El hombre pasó las dos últimas noches en la Comisaría de la Policía Nacional de Pontevedra, donde se mostró visiblemente alterado, y sobre las 11.30 horas partió en dirección al juzgado de guardia. Llegó a los juzgados de A Parda sobre las 11.45 horas y permaneció en el edificio judicial durante dos horas y media.
A las 14.20 horas horas, la jueza decretó su ingreso en prisión, según la información facilitada por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).
El juzgado le atribuye al sospechosos, de 47 años y múltiples antecedentes policiales, un delito de homicidio.
La víctima, N.R.F., de 33 años, residía en una casa okupa en el número 31 de la calle de Cunchidos, en Estribela y este hombre, de origen portugués, llegó de madrugada a la vivienda y la mató. Ocurrió sobre las cinco de la madrugada.
La Policía Nacional investiga los hechos con todas las hipótesis abiertas, pero la que mayor fuerza tiene es que el móvil del crimen es un asunto relacionado con las drogas, una posible deuda de la víctima con su agresor. Ambos eran consumidores habituales de droga.
Para matarla, le dio fuertes golpes y también le provocó cortes en distintas partes del cuerpo. Según las informaciones a las que ha tenido acceso este periódico, la causa de la muerte fueron los fuertes golpes en la cabeza que recibió.
Para cometer el crimen el hombre supuestamente utilizó diversos objetos que había en la vivienda, alguno de ellos, muy contundente, y ejerció gran violencia. Supuestamente, también hubo ensañamiento.
El cuerpo de la víctima quedó muy dañado y destrozado, sobre todo, en la zona de la cabeza.
Los investigadores inspeccionar a fondo la vivienda, que presentaba un evidente estado de abandono y mucha suciedad. La casa lleva años okupada y carece de servicios básicos como alcantarillado.
En ella vivían, además de la víctima, otros dos hombres, que estaban en la casa cuando llegó el agresor. Uno de ellos salió a pedir ayuda y un vecino que pasaba por la zona alertó a los servicios de emergencias. Luego, estos dos hombres huyeron del lugar.
En la vivienda también había un perro, propiedad de la víctima, que quedó durante horas al lado del cuerpo de la víctima y en la mañana del lunes tuvo que ser rescatado por voluntarios de la asociación protectora de animales Os Palleiros.