La Policía Local de Pontevedra mantiene la condición de investigada sobre una mujer que presuntamente dejó morir de hambre y sed a su perro en una vivienda que se encontraba abandonada porque ella había dejado de vivir allí.
Según la información facilitada por la Policía Local, la mujer está investigada por uno presunto delito de maltrato animal con resultado de muerte.
La muerte de este animal se conoció el pasado 13 de mayo, cuando agentes de la Policía Local de Pontevedra acudieron a una vivienda de la calle Illa de Man requeridos por un servicio de limpieza que había encontrado el cadáver de un perro en el interior de una vivienda que estaban limpiando.
El animal estaba en la cocina, en posición fetal y con una evidente desecación o momificación. En el resto de la vivienda a situación era de abandono y estaba llena de suciedad. De hecho, los agentes que acudieron la esta casa refirieron que había mal olor y encontraron muchas bolsas, plásticos y restos de defecacións del perro por todo el inmueble.
Los servicios veterinarios hicieron un informe sobre el cuerpo localizado y manifestaron que las condiciones en las que se encontró el cadáver del animal, "rodeado de excrementos, basura y sin agua ni comida", evidencian que el animal "vivió en condiciones de total insalubridad", por lo menos en sus últimos días. Además, señalaron que es "sumamente compatible a ausencia de agua y/ o comida como causa de la muerte".
El perro llevaba microchip y, a través de él, la Policía Local pudo identificar a su propietaria, que resultó ser la misma que habitaba la vivienda.
A raíz de este hallazgo, los agentes remitieron diligencias al juzgado por uno presunto delito contra la protección de la flora, fauna y animales domésticos en su modalidad de maltrato animales con resultado de muerte y se realizaron una serie de gestiones que permitieron saber como habían sucedido los hechos.
Así, supieron que la citada mujer había abandonado el domicilio varios meses antes de la intervención policial, quedando supuestamente el animal solo en el interior de la misma aún con vida.
Los agentes policiales ya actuaron en el pasado en este inmueble por la misma causa. Así, el 27 de junio de 2021 la Policía Local se desplaza a este domicilio por quejas vecinales por el fuerte olor que se percibía en la vivienda. En aquella ocasión, su inquilina negaba los hechos y manifestó que tenía dos gatos en el interior del piso, sin señalar que estaba en posesión de un perro.
Asimismo, distintos vecinos habían alertado a la propia inquilina del fuerte olor y ladridos del perro sin que ella hiciera nada.
La mujer comunicó a los servicios sociales de Pontevedra que el 28 de octubre de 2021 había abandonado la vivienda, pero la Policía Local tiene testigos de que la vivienda había sido abandonó antes del verano de 2021 y los vecinos seguían escuchando ladrar y llorar al perro, de día y de noche. En más de una ocasión, se lo habían manifestado la esta persona.