El rey emérito ha vuelto a Sanxenxo. Lo ha hecho, una vez más, para competir en el Bribón en una regata de la clase 6M de vela que se celebrará este fin de semana en la ría de Pontevedra. Aunque sus primeros pasos por las Rías Baixas han tenido una relación diferente con el mar.
Tras no salir a navegar, Juan Carlos I optó por desplazarse hasta O Grove para acudir a uno de sus restaurantes favoritos, la marisquería D'Berto, en donde disfrutó de una suculenta mariscada en compañía de varios de sus amigos más cercanos.
La comida se alargó más de tres horas y media. Al salir, el monarca, que vestía pantalón gris, camisa azul clara y americana en un tono más oscuro, con una banderita española en la solapa, se despidió del propietario, Berto Domínguez, muy sonriente y con un abrazo.
Acompañado de Pedro Campos, en cuya residencia vuelve a alojarse Juan Carlos I, el emérito, que caminaba apoyado en su bastón, se subió al coche para poner rumbo de vuelta a Sanxenxo, en donde se le podría ver competir a partir de este viernes.
Esta es la undécima visita del rey emérito a España desde que fijó su residencia en Abu Dabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, en 2020 debido a los escándalos fiscales sobre sus actividades económicas presuntamente irregulares.
En sus visitas, el monarca, además de disfrutar de su deporte favorito, la vela, suele acudir a diferentes restaurantes. Entre ellos, ha estado recientemente en Culler de Pau, también en O Grove, o en el Ribadomar (Cambados), junto a varios miembros de su familia.