El juicio contra el empresario Ángel Martínez Pérez, conocido como 'Lito', en el que se enfrenta a una pena total de 14 años de prisón y el pago de 52,7 millones de euros por seis delitos contra la Hacienda Pública ha vuelto a suspenderse. El jueves 2 de febrero se aplazó por la enfermedad de su abogado y, una semana después, porque ese mismo letrado no se encontraba en condiciones de ejercer su defensa.
La suspensión llegó tras dos horas de idas y venidas en la Audiencia Provincial en una mañana que el fiscal del caso califica como "kafkiana" y lo nunca visto en sus 31 años en la profesión.
El juicio arrancó ya con unos minutos de retraso en la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, pero nada en relación con lo que esperaba. Nada más empezar la vista, el considerado rey de las orquestas de Galicia alegó que había perdido "la confianza" en su abogado y pidió renunciar a él.
El fiscal y del abogado del Estado se opusieron. Este último calificó la petición como "una burla a la Administración de Justicia" y "simplemente el último episodio" en un juicio en el que la defensa ya había recurrido a "las excusas más variopintas" y el fiscal, Augusto Santaló, alegó que "se trata de un claro fraude de ley" y el tribunal rechazó la petición de suspender el juico por esta renuncia. La presidenta del tribunal, Nélida Cid, alegó que la petición se hacía "de manera tardía" y "sin justificación alguna" e incluso preguntó al acusado si se había dado cuenta de esa pérdida de confianza "hace 15 minutos".
Pero finalmente quien tuvo la última palabra fue el abogado. La magistrada ordenó empezar, pero el letrado aseguró que no podía seguir adelante y "realizar un trabajo tan trascendental sin la confianza del cliente". De modo que la sala acordó un receso de cinco minutos para tomar una decisión al respecto, pero todo el proceso se complicó y, finalmente, hora y media después, se dio a conocer que sí que se aplazaba el juicio y se reanudaría el 2 de marzo.
Durante el tiempo que pasó entre el receso y que se adoptó una decisión, pasó por la sala de vistas de la Audiencia un forense y examinó tanto al acusado como a su abogado que alegaban que no estaban en condiciones de participar en la vista. El especialista concluyó que ambos sí podían continuar, pero finalmente el juicio se aplazó.
Según explicó el fiscal, el abogado relataba que "que estaba moi nervioso, que estaba sobrepasado, que non confiaban en él, que era a primeira vez que lle sucedía isto e que non estaba en condicións psicolóxicas de defender". A pesar de que "en 31 anos de exercicio é a primeira vez que vexo unha actuación así", tanto el fiscal como el tribunal apostaron por suspender la vista, pues "a defensa non era axustada a dereito e hai que designar outro letrado".
Augusto Santaló trasladó el enfado al tribunal y, además, pidió que el abogado sea sancionado con una multa de 24.000 euros -400 euros días durante 60 días- por "provocar a suspensión sen causa xustificada". La propuesta de sanción está recogida en la Ley Orgánica del Poder Judicial y ahora el tribunal tendrá que resolver.