La plantilla de Ence vuelve a sus puestos de trabajo para producir, en pruebas, con aguas de la depuradora

Pontevedra
04 de noviembre 2022

La empresa dio por finalizado el ERTE que afectaba a los trabajadores de la fábrica el 2 de noviembre a pesar de que la principal fuente de captación de agua, la tubería procedente de la presa de Bora, sigue averiada impidiendo la normal actividad de la factoría

Chimenea de la fábrica de Ence en Lourizán
Chimenea de la fábrica de Ence en Lourizán / Mónica Patxot

Ence vuelve a la normalidad. Al menos, en lo que a número de trabajadores se refiere. La pastera ha dado por finalizado el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) aprobado el pasado 27 de julio como consecuencia de la prealerta por sequía y los cerca de 400 trabajadores directos vuelven a ejercer sus funciones.

"El día 2 se dio por finalizado y esta semana ya se van incorporando todos los compañeros en sus turnos", afirma el presidente del comité de empresa de fábrica, Manuel Rivas.

Sin embargo, la actividad de la fábrica está todavía lejos de ser la que era antes de este parón. Durante el ERTE, la tubería que envía agua desde la presa Bora hasta Lourizán sufrió una avería cuya reparación es muy costosa, alrededor de medio millón de euros, y carece todavía del pertinente permiso municipal y de plazos de ejecución.

Ante esta situación, la empresa ha puesto en marcha un sistema de captación provisional para abastecerse de agua reciclada salida de la depuradora de Os Praceres. Explican los trabajadores que que este proyecto se encuentra ya en fase de pruebas y que servirá para mantener la actividad ante nuevos episodios de sequía.

"La producción está parada, este viernes vamos a probar la captación de aguas de la EDAR para ver cuánta se puede usar y si se pueden arrancar las calderas y demás", explica el representante de los trabajadores que espera recuperar la plena normalidad en el plazo de un mes.

"Con la tubería de Bora se podría captar agua al mismo tiempo que se va reparando", puntualiza el empleado confiando en que entre ambas fuentes la producción de pasta de papel pueda recuperarse con normalidad.

La incorporación de los trabajadores se ha ido realizando de forma progresiva. El personal de oficinas, unos 150 empleados, no han llegado a verse afectados directamente por el ERTE, mientras que una parte de los de la fábrica comenzaron a regresar a sus puestos de trabajo después de agotar sus vacaciones y días libres para realizar labores de mantenimiento. De esta forma el ERTE ha ido afectando a unos 60 integrantes de la plantilla de forma rotatoria.

Con el paso de los días, el número de trabajadores en activo ha ido creciendo hasta que esta semana retomaron sus funciones los del turno de noche, con lo que el expediente se da por extinguido.

Sin embargo, la preocupación por el futuro de sus empleos sigue instalada en la mente de la plantilla. "Teníamos ganas de salir del ERTE, ahora a ver si empezamos a ver humo salir por las chimeneas. Pero seguimos pendientes de la sentencia del Supremo, que se está retrasando, queremos que se resuelva cuanto antes, para bien o para mal", concluye Rivas.