Tras meses de idas y venidas, la Xunta ha confirmado oficialmente que las obras de reforma de la carretera PO-234, a su paso por los ayuntamientos de Cerdedo-Cotobade y Ponte Caldelas, comenzarán en verano. Eso sí, por ahora lo harán solo por el tramo que arranca en Augasantas y no por Laxoso, como reclamaba el gobierno caldelano.
Así lo ha confirmado el director de la Axencia Galega de Infraestruturas, Francisco Menéndez, que ha mantenido una reunión este jueves con los regidores de ambos municipios, Jorge Cubela y Andrés Díaz, respectivamente.
Será de esa manera porque, según ha garantizado Cubela, el Concello de Cerdedo-Cotobade cuenta ya con todos los terrenos necesarios para abordar la ampliación de esta carretera, una vez que los vecinos afectados han accedido a su cesión.
"Hai un bo acordo", ha explicado el presidente de la gestora de Cerdedo-Cotobade. "Se nos pediu que tivéramos os terreos e nós os temos", ha dicho. En este sentido, Jorge Cubela ha destacado que "fixemos os deberes" y que el ayuntamiento consiguió con terrenos "con moito diálogo e moita xestión", al apuntar que hubo incluso que contactar con gente en Brasil o Uruguay.
Se trata, ha dicho, de un acuerdo "histórico" para su municipio que "non estamos dispostos a retrasar un ano" para esperar que las obras puedan comenzar por Laxoso.
En el caso de Ponte Caldelas, el propio alcalde ha reconocido que al gobierno municipal no le ha sido posible conseguir todos los terrenos, por lo que la Xunta tendrá que aprobar un expediente de expropiación, cuyo coste asumirá el ayuntamiento. Este hecho retrasará la tramitación de la obra que, en todo caso, esperan poder licitar antes de que acabe el año.
La relación de los terrenos era "bastante complicada", ha asegurado Andrés Díaz, ya que se incluían parcelas cuyos propietarios estaban "desaparecidos", emigrados o empadronados fuera de Ponte Caldelas. A pesar de ello, se logró la cesión de gran parte del trazado necesario, al pertenecer a la comunidad de montes, el propio Concello y 16 vecinos.
"Estamos satisfeitos", ha dicho el regidor, aunque ha reconocido que estas expropiaciones obligarán al Concello a asumir un coste "co que non contábamos" -que cifró en unos 40.000 euros-, pero ha añadido que "asumímolo con gusto" porque la seguridad de los vecinos del municipio es "fundamental".
Así, Díaz ha señalado que "se o problema da Xunta era o custe pequeno das expropiacións", el gobierno gallego "xa non ten escusas" para hacer la obra por la parte de Ponte Caldelas "que é a máis perigosa".
Dado que en Cotobade es posible acceder a los terrenos de forma inmediata, en las próximas semanas -una vez revisada la documentación- se licitará la primera fase de las obras. Se trata de un tramo de 2,69 kilómetros que parte de Aguasantas. Cuando Ponte Caldelas complete las expropiaciones, se actuará en los 2,16 kilómetros de la PO-234 que se inician en Laxoso.
Francisco Menéndez ha explicado que con esta ampliación el gobierno gallego busca mejorar la seguridad vial en esta carretera. Se prevé un plazo de ejecución de ocho meses en cada uno de los tramos, en donde se invertirán en total 1.312.000 euros. Al dividir la ejecución en dos fases, que ejecutarán empresas diferentes, el proceso se realizará con "máis celeridade".