Desde el pasado 1 de junio, la presencia de perros en las playas de Poio está prohibida. Así será, según recoge la normativa municipal, hasta el próximo 30 de septiembre.
"Ya tenemos quejas de que no se está cumpliendo esta normativa", señalan desde la Policía Local, que pide a los ciudadanos que "sean respetuosos" con esta obligación.
La ordenanza municipal indica que no podrá haber perros en los arenales ni tampoco en los accesos públicos a las mismas ni en espacios que estén al servicio de sus usuarios.
Esta prohibición, en todo caso, no afecta a los perros guía que empleen personas invidentes o con alguna otra discapacidad que precisen de estos animales para moverse.
Si no se cumple esta normativa, el propietario o propietaria del perro que sea visto en una de las playas de Poio se expone a una sanción económica.
Poio recuerda que, desde el pasado verano, hay habilitada una playa canina en las inmediaciones de A Seca, próxima al conocido como Parque da Memoria.