Cinco de la tarde en Eduardo Pondal. No suenan ni cacerolas ni silbatos en la concentración prevista en contra de la instalación de composteiros en esta zona de la ciudad. El concejal popular José Luis Martín es de los pocos que se acercaba en ese momento hasta el lugar donde se encuentra el nuevo centro de compostaje de esa calle.
Pasados unos minutos comienzan a llegar varios vecinos más. La mayoría procede de Monte Porreiro, desde donde se impulsa una plataforma contra estos depósitos de residuos orgánicos. La fuerte lluvia que comenzaba a caer provoca que se situaran bajo los voladizos de un edificio de la calle y apenas mostraran su disconformidad con la instalación.
Uno de los portavoces indica que los vecinos se han echado atrás porque la concentración carecía de permiso de la Subdelegación de Gobierno y temen que puedan ser multados por agentes de la Policía Local. De hecho, durante las últimas horas, los carteles de llamamiento a esta protesta habían aparecido tachados anunciando que se había desconvocado.
A pocos metros de allí, en Ponte Boleira, se encuentran los "mestres composteiros" explicando a los vecinos que se acercan cómo es el proceso. Uno de los encargados explica que la demanda de Eduardo Pondal había sido excelente superando las expectativas, por eso fue necesario que se instalara otro centro de compostaje. Estaba previsto para 120 personas y actualmente 120 familias están aportando, multiplicando el número de residuos urbanos en ese punto.
A continuación, los "mestres composteiros" se trasladan hasta el otro centro de compostaje situado en Camiño de Ferro en las proximidades a las vías de la Estación. Hasta ese mismo punto se acercan los vecinos que exhiben sus carteles de "Composteiro aquí non".
Los "mestres composteiros" atienden a algunos de los manifestantes que trasladan sus quejas, explicándoles que estos depósitos no provocan mal olor si se utilizan adecuadamente. Entre los vecinos que atienden a la charla informativa se encuentra también el concejal popular José Luis Martín.
Los representantes de la plataforma vecinal a pesar del fracaso de la convocatoria afirman que, en todo caso, continuarán con las protestas porque consideran que este tipo de instalaciones no pueden situarse en zonas urbanas, cerca de establecimientos comerciales y viviendas.