Las obras de la Ronda Este de Pontevedra impulsadas por la Deputación y el Concello de Pontevedra encaran su fase final y los últimos trabajos obligarán a desviar el tráfico de la carretera de Ponte Caldelas (PO-532) desde la mañana de este martes.
El objetivo es acometer el relevo de servicios en el tramo viejo de vía y el pavimentado del resto de la rotonda y, para que los trabajadores puedan hacerlo sin complicaciones, los vehículos deberán circular a través de un trecho de la glorieta de nueva construcción en la intersección con la vía a Montecelo para dejar libre el ramal viejo.
La obra, en ejecución desde hace once meses, fue adjudicada a la constructora Coviastec SL. En estos momentos, según informó la Deputación Provincial, está en prorroga del contrato ejecutando de forma paralela los trabajos de alumbrado y señalización de toda la vía y los márgenes de las aceras.
Los trabajos están muy avanzados. Ya está operativa la glorieta central en la intersección con Piedra del Lagarto y finalizada la senda peatonal y ciclista y de manera inminente se extenderá la última capa de aglomerado para después proceder al pintado de la señalización horizontal.
El nuevo vial comunicará la rotonda de la carretera de la carretera O Pino- Bora con el cruce de la avenida de Montecelo con la PO-532, un total de 970 metros de longitud que darán servicio aparte este de la ciudad y facilitarán el acceso al hospital de Montecelo.
La Deputación prevé que soporte el paso de un promedio de 5.000 vehículos diarios, lo que supone cerca de 90% del tráfico actual que pasa por calle de las Pereiras y la calle de las Olivas. Incluirá arcenes de un metro, cunetas de dos metros y, en el lateral derecho, una senda peatonal para ciclistas y peatones de cuatro metros de ancho para los tránsitos peatonales y ciclistas.
El proyecto tuvo que superar diferentes contratiempos administrativos desde su concepción. En 2013 la Deputación y el Concello firmaron un convenio de colaboración, en el 2014 se realizó la redacción del proyecto, y en junio de 2015 se inició la licitación de los trabajos. La adjudicación, sin embargo, tuvo que ser rescindida por defectos de la tramitación y por la necesidad de modificar el proyecto, que no incluía el traslado de torres de alta y media tensión ni las correcciones apuntadas por la Xunta de Galicia. Finalmente, en diciembre de 2017 se reinició la licitación y la obra comenzó en agosto de 2018.