Las subidas del precio de la luz incrementan los usuarios de los autoservicios de lavandería

Pontevedra
11 de septiembre 2021

La progresiva subida de las facturas de la luz está modificando hábitos dentro y fuera de casa. Uno de ellos es poner la lavadora u optar por los autoservicios

Autoservicio de lavandería en Pontevedra
Autoservicio de lavandería en Pontevedra / Mónica Patxot

El pasado febrero de 2021 la electricidad ya registraba un alza en su factura. Fue la primera de una escalada que hasta la fecha ha conseguido el sello de histórica. Las economías domésticas se resienten y hay quienes, con o sin precisión numérica, buscan ahorrar unos euros.

Ese pretendido ahorro parece ser la causa del incremento de usuarios en los autoservicios de lavandería que en el caso de Pontevedra, rondan actualmente los quince establecimientos. María Montero es propietaria del autoservicio ubicado en la calle Javier Puig, perteneciente al franquiciado pontevedrés Oso Blanco, con establecimientos por toda Galicia.

Pese a que los meses más favorables están entre octubre y febrero, "en junio empecé a notar que la facturación subía y esa tendencia se mantiene durante el mes de agosto" explica y tras analizar las razones de esta tendencia, concluye que la subida de la factura de la luz ha favorecido el incremento de clientes: "se alarmaron con la subida y se lanzaron a este servicio". Una tesitura que insufla optimismo porque "venimos de un 2020 fatídico causado por la pandemia con una bajada de la facturación del 60%".

A favor de su negocio señala que hacer la colada en estos autoservicios "sí compensa tal y cómo está el precio del kilowatio, coste de agua, detergente, suavizante.. y el tiempo que se requiere que también es menor". Cierto es también que cada cual ha de sacar calculadora y hacer números contando con su electrodoméstico y la eficiencia energética que tenga, el tipo de tarifa contratada, o la ropa que acumule. "La gente no sabe con precisión lo que cuesta en casa lavar la ropa" dice María Montero.

En este caso las cifras que aporta son entre cuatro y seis euros, dependiendo si se emplean lavadoras de nueve a 18 kilos, a lo que se añaden otros tres euros por utilizar las secadoras con capacidad para 17 kilos y en un tiempo total de 50 minutos.

Lógicamente estos negocios también consumen luz. En el caso de su franquiciado "trabajamos con una cooperativa energética gallega. Conozco compañeros del sector que están comentando el tema de la subida de sus facturas y por tanto de sus precios, en algunas ciudades me consta que han subido, en mi caso, por el momento las sigo manteniendo igual".