Por amor, para hacer realidad su sueño, para iniciar una nueva aventura vital, para recuperar los orígenes o en la búsqueda de un estilo de vida rural, calmado y comunitario. Esas son solo algunas de las razones por las que Paula Sastre, Diego Landín, Erick Regueros, Isabel Landín y Manuel Antonio Arias, algunos nativos del municipio y otros foráneos, decidieron empadronarse en Marín y convertir así su villa en su hogar.
La alcaldesa, María Ramallo, y el concejal, Manuel Santos, presentaron este miércoles en la Alameda Rosalía de Castro esta campaña con el lema "Marín: una villa que es un hogar", junto con los protagonistas de la misma, con la que, tal y como explicaron, lo que se busca es "fomentar que nuevas personas tomen la iniciativa de empadronarse, bien porque ya viven mucho tiempo en nuestro municipio aunque estén empadronadas en otro o bien porque están buscando un lugar en el que emprender una nueva etapa de su vida".
La campaña se vertebra en torno a las cinco historias, que esconden motivaciones diferentes para hacer de Marín el hogar elegido por sus protagonistas.
CINCO VIDAS, CINCO HISTORIAS
Paula encontró el amor junto a Aarón y se sintió tan acogida que formó junto a él una familia. Diego llevaba mucho tiempo lejos de su hogar aprendiendo el oficio de bailarín y quiso volver a su villa para abrir la escuela en la que le habría gustado formarse en su infancia. A esta aventura arrastró a su hermana Isabel y la Erik, una marinense retornada y un nuevo marinense de adopción, respectivamente, que ya no entienden una vida fuera de aquí. Por su parte, Manuel ubicó en Resille su lugar ideal, el espacio de vecindario y de vida rural que tanto buscaba y donde se siente parte de una comunidad unida y cercana.
"Eles conforman un puzzle que mostra todas as posibilidades que ofrece Marín: calidade de vida inmellorable, vivir nun lugar cun tamaño perfecto para ter todo a man e á vez fuxir da voráxine da cidade, unha veciñanza acolledora na que sentirse coma na casa, un rural vivo... ", explicó María Ramallo.
En los últimos dos años, los datos demográficos son positivos en la villa, que creció entre el 2022 y el 2023 en 163 habitantes, además de contar con un saldo migratorio positivo, registrando 1.084 personas llegadas al municipio, según datos actualizados del Instituto Gallego de Estadística (IGE).
"La enorme caída de la maternidad se nota en los índices demográficos y por eso tenemos que ser capaces de atraer a nuevas personas que quieran ser parte de la población marinense", explicó el concejal Manuel Santos.
Además de campañas como estas, también se avanzó en facilitar las tramitaciones y las cuestiones relacionadas con el padrón a través de la sede electrónica, instalada gracias a la Estrategia Marín Dusi, cofinanciada en un 80% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional de la Unión Europea. Así, se puede de manera electrónica descargar un volante o un certificado de empadronamiento.
Para darse de alta, es precispo acudir a la oficina de Estadística (Padrón) del edificio consistorial, en horario de 09.00 a 14.00 horas. En el futuro, se desarrollará este trámite también para que pueda realizarse de manera electrónica.