Otro modo de descubrir los 'secretos escondidos' del río Lérez

Pontevedra
29 de marzo 2023

Iniciativa, ilusión y creatividad es lo que se respiraba en el Puente de O Burgo de Pontevedra, el punto de partida para descubrir “Os segredos agochados do Río Lérez'

Actividad organizada por CRE y el alumnado del Instituto Carlos Oroza
Actividad organizada por CRE y el alumnado del Instituto Carlos Oroza / PontevedraViva
Tina Ortega habla sobre el proyecto ‘Os Segredos agochados do Río Lérez’ /

Iniciativa, ilusión y creatividad es lo que se respiraba en el Puente de O Burgo de Pontevedra, el punto de partida para descubrir 'Os segredos agochados do Río Lérez'.

Pelos de punta. El entusiasmo y la emoción de veinte personas con discapacidad visual al descubrir las 'Sendas do Río Lérez' y la 'Illa das Esculturas', se sentían de lejos. ¿Cómo lo hacían? A través de planos en braille.

Salir, presentarse y reivindicar su situación es lo que los mueve. Así lo explicó José Ángel Abraldes, director del CRE de la ONCE: "cuanto más salgamos a la calle y más mostremos cuáles son nuestras necesidades, mejor las conocerá la sociedad. Lo que no podemos hacer es quedarnos encerrados".

Comprometidos, respetuosos y con un objetivo muy claro: fomentar un turismo accesible para todos. Así se mostraba el alumnado del Instituto Carlos Oroza, coorganizador de la actividad junto el CRE de la ONCE. Pese a los nervios y la emoción demostraron su valía como futuros guías turísticos. 

Clara Alfonsi, alumna del Carlos Oroza, confesaba a PontevedraViva entre las explicaciones de sus compañeros que, "al final, para nosotros, esto también es una práctica para ser futuros guías, y además, guías para gente con cualquier tipo de diversidad. Eso se trabaja mucho en el Carlos Oroza".

¿Cómo es caminar sin ver? Entre risas y buen ambiente, los protagonistas de la actividad también expusieron con firmeza sus limitaciones diarias en la ciudad de Pontevedra:

"Los semáforos con sonido son esenciales y en esta ciudad se carece de ellos. Y si tenemos espacios peatonales, hay que respetarlos como peatonales. Evidentemente no hay barreras físicas, pero los obstáculos que hoy no están y mañana sí son muy peligrosos para las personas ciegas" comentó Abraldes.

Cercanos y calurosos, los participantes se agarraban con fuerza al brazo de su guía para continuar el recorrido. El vínculo de más de una década entre el CRE de la ONCE y el Instituto Carlos Oroza se hacía notar. Así lo reflejaban las agradecidas palabras de Jose, uno de los participantes: "É unha gran axuda para nós que esta xente que terminou uns estudos e van a dedicarse ao turismo conten con nós para facernos a vida máis fácil".

El próximo 13 de abril, el alumnado del Instituto Carlos Oroza servirá un brunch a veinte afiliados de la ONCE. Una vez más, podrán demostrar sus habilidades con personas con discapacidades visuales.