Sin sorpresas. Miguel Anxo Fernández Lores ha sido investido por sexta vez como alcalde de Pontevedra. A sus 65 años, el nacionalista gobernará la ciudad, al menos, hasta 2023. Así se ha decidido en el pleno de investidura celebrado este sábado, como marca la legislación electoral, en el Teatro Principal.
Fernández Lores ha logrado 14 votos a favor, los del BNG y los del PSdeG-PSOE. La única excepción, aunque por error, fue la de Pilar Comesaña que, entre risas, admitió haberse equivocado y haber votado en blanco. Los nueve ediles del PP votaron en contra y el único representante de Ciudadanos también optó por votar en blanco.
Todos los ediles electos, tras prometer o jurar su cargo, ejercieron su derecho al voto. En este caso, la única candidatura presentada fue la de Fernández Lores, ya que los otros tres portavoces, Rafa Domínguez (PP), Tino Fernández (PSdeG-PSOE) y Goyo Revenga (Ciudadanos) renunciaron a presentar la suya.
El alcalde, que recibió el bastón de mando de manos de Pilar Comesaña que, como edil de mayor edad, presidía este pleno de investidura, se ha mostrado emocionado y agradecido ante la posibilidad de liderar el "novo ciclo" que se abre en la ciudad de Pontevedra.
En su discurso de investidura, Miguel Anxo Fernández Lores ha señalado que "non hai lugar para a relaxación ou o conformismo" y ha abogado porque la ciudad "siga avanzando" para consolidar un modelo urbano que ha llevado a Pontevedra a ser un "referente mundial" y para dotar al municipio de soluciones "avanzadas e novidosas".
Fernández Lores ha destacado que el gobierno municipal tendrá una "ampla base" y que con "valores sólidos" y un rumbo "ben definido" será capaz de actuar "con moito impulso e con moita decisión". La colaboración de la ciudadanía, ha añadido, será vital para que Pontevedra pueda "afrontar novos retos" para los que "xa estamos preparados".
"Acabáronse os tempos do máis e chegan os tempos do mellor, pasaron os tempos de medrar a toda costa e estamos nos tempos da mellor calidade e das mellores solucións", ha afirmado el alcalde, que ha reivindicado "non parar nin volver atrás" para que Pontevedra "non perda a posición de vantaxe que temos na actualidade e que con tanto esforzo logramos entre todos".
Ha reconocido que será un reto "grande e difícil" pero "moi ilusionante", aunque ha destacado que con la "experiencia do éxito" y la "autoestima colectiva elevada", la capacidad de la ciudad de Pontevedra para afrontar su futuro "é hoxe moitísimo máis grande que hai dúas décadas".
El BNG gobernará los próximos cuatro años junto a los cuatro ediles del PSdeG-PSOE. Será porque, según Tino Fernández, los socialistas "entendimos claramente" que los pontevedreses han pedido que la ciudad "siga avanzando polo camiño trazado hai dúas décadas" y en el que, ha recordado, su partido "tivo moito que ver".
Ante el pleno, Fernández ha reivindicado que la ciudad debe "avanzar e non retroceder" y, para ello, los socialistas trabajarán para lograr un mayor reequilibrio territorial, impulsar un transporte público, reforzar las políticas sociales, apostar por grandes infraestructuras, defender los servicios públicos, recuperar el patrimonio y convertir la igualdad en prioridad.
El apoyo de los cuatro concejales a Lores, ha dicho el portavoz del PSdeG-PSOE, es un "primeiro paso" en lo que será una "xestión conxunta" de un proyecto "cheo de ilusión".
Rafa Domínguez y sus ocho ediles serán, sin duda, el referente en la oposición municipal. El líder del PP, en su intervención, ha felicitado a Lores por ser una "parte fundamental" de la historia democrática en Pontevedra, pero le ha advertido que al ser "viejos conocidos" no le concederá tregua y comenzarán a trabajar "sin descanso y desde el minuto 1".
Los populares, ha dicho Domínguez, "estaremos enfrente" de todas aquellas decisiones "que no sean las mejores para Pontevedra", pero garantizando que "estaremos a vuestro lado" si resulta ser todo lo contrario porque el bienestar de la ciudad "es lo único que nos guía". Para ello, ha prometido "esfuerzo, trabajo y tenacidad" en su labor como oposición.
En la oposición también estará Goyo Revenga. El líder de Ciudadanos ha mostrado su "respeto" a la decisión de los vecinos de Pontevedra de optar, por sexto mandato consecutivo, por Fernández Lores como alcalde y ha avanzado que hará una oposición "constructiva, respetuosa y coherente" y que, por su parte, "no va a faltar diálogo, respeto y tolerancia".
La sesión de investidura se ha celebrado en un abarrotado Teatro Principal, en donde apenas había asientos libres, para dar cabida a familiares y amigos de los concejales electos, a ciudadanos que, a título particular, han querido asistir a este pleno y a representantes de las fuerzas vivas e instituciones de la ciudad.
Así, entre otros, han asistido la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba; el vicerrector de la Universidad de Vigo, Jorge Soto; o la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón.
Pontón, que ha hablado con los periodistas antes del pleno, ha celebrado que las elecciones dejaran "claro" que los ciudadanos "querían que Lores seguira sendo o seu alcalde" y que lo vaya a hacer con una "maioría reforzada", tras el pacto con el PSdeG-PSOE, que le permitirá "seguir desenvolvendo un modelo de éxito".
ENCE, PRESENTE EN LA INVESTIDURA
Además, tal y como habían anunciado, más de medio centenar de trabajadores de Ence se han concentrado ante las puertas del Teatro Principal para defender la continuidad de la fábrica de Lourizán. Ataviados con silbatos, bocinas y petardos, abuchearon a los ediles del BNG y PSdeG-PSOE a su entrada al pleno, gritando "Lores escoita, Ence está en loita".
En sus respectivas intervenciones, Lores y Tino Fernández hicieron referencia a la situación de la pastera en la ría, aunque mientras el alcalde se limitó a decir que el traslado de Celulosas es uno de los asuntos "pendentes" en Pontevedra, el portavoz socialista fue mucho más duro.
Fernández ha cargado contra aquellos que quieren "usurpar o que é de todos" y que se dedican a "comprar vontades con cartos" con el "único horizonte" de aumentar sus beneficios económicos. "Xa lles aviso que, desde o máximo respecto e sen ceder un palmo, traballaremos para que a xustiza que non tivemos hai 60 anos, a teñamos agora".
"O que agrede, insulta ou ameaza, perde o tempo", ha añadido el portavoz socialista.