De ascendencia negreiresa por parte de padre y morañesa por parte de madre,Jacobo Moreira Ferro nació en Santiago y allí vivió hasta que, casado, abrió su despacho como abogado y se asentó en Pontevedra. Habla con cierta nostalgia de los recuerdos de la infancia, de los veranos en la aldea en Negreira, en la playa en Marín o de campamentos. Etapas estivales a lo "Verano azul" que marcaron a esta generación de los 70.
Y es de esa etapa infantil, de donde sacamos la primera sorpresa de este concejal y diputado del PPdG. Mientras esperaban a conseguir plaza escolar acompañaba a su madre a su trabajo en una escuela unitaria de Vedra. Allí, viendo y escuchando, aprendió antes de tiempo a leer o canturrear las capitales españolas. Era el más pequeño de aquel grupo pero "o fillo da maestra" era el rey del cotarro. Resultó ser un chico aplicado, pero también muy gamberro, gran imitador de los profesores a los que acuñaba motes que siguen perdurando en el tiempo.
Segunda sorpresa. Ese político de imagen moderada y clásico vestir ha guardado en el armario a un rocker de tupé, pantalón pitillo, zapatos boogies y corbatín. Fueron los años de Galicia Poprock Xacobeo, Los Cocodrilos, Cocodrilo Blues o Atad a los perros, grupos musicales, entre otros, a los perteneció. El final de la carrera de Derecho y la incorporación como "pasante" relegaron a la batería, el bajo o la guitarra eléctrica; cuenta en esta Playlist de PontevedraViva Radio.
Y llegó Paula, su mujer; y el traslado a Pontevedra; y dos nombres femeninos más: los de Amalia e Inés, sus hijas; y la entrada en la política activa. Cuando este julio, en Pamplona, lancen el chupinazo y griten: ¡Viva San Fermín!, Jacobo llegará a un número capicúa. Pero esto ya es futuro y como no es hombre de planificar al cien por cien, que esa banda sonora suene con buena pauta.