Un punto de dulzura, otro toque de simpatía y un pellizco de fuerte carácter. Azúcar, sal y pimienta maridan en la persona deKetty Fresneda Fernández. Ese azúcar que cantaba su paisanaCelia Cruz y que impregna el sentido del ritmo de los caribeños. Un ritmo que logró culminar el día en que la dejaron entrar durante un recreo en "una rueda de casino" cuando estaba en Secundaria.
Nacida en La Habana, salió antes que Katty, su gemela; así que esta joven que todavía no ha cumplido los treinta, es la menor de dos hermanas. "Las lluvias" como les decía su abuela Rita, de ascendencia vasca, y que aprovechaban la circunstancia de su semejanza para hacer "muchas maldades" como confiesa en esta Playlist. Katty ha hecho tía a Ketty. Mario y Alexandra son sus "segundos amores", como lo serán de Araceli Fernández, esa mujer cuya aparición sorpresa en el concursoMasterChef hizo saltar las lágrimas a presentes y espectadores.
De niña le costaba relacionarse con las personas de su edad. Se retraía y prefería dedicar su tiempo, por ejemplo, a la lectura. Comenzó a estudiar Medicina, pero antes de terminar aquellos estudios superiores, su hermana y su prima le presentaron "al gallego". Ese gallego que se la trajo a Pontevedra es Fernando, su marido, "mi pichi" como le llama Ketty y al que advierte en los micrófonos de PontevedraViva Radio que "necesitamos montar algo en Pontevedra". Ese "algo" obviamente estaría relacionado con la restauración.
Ocho años lleva viviendo en esta capital, donde -por mucho que actualmente sus compromisos laborales le obliguen a viajar- siente que "está mi almohada". En su capacidad de adaptarse al cambio reconoce su mayor virtud y por el contrario en un carácter fuerte "sin filtros", su mayor defecto. Se cuida "lo suficiente", ojo, cuerpo y alma. Esto es, que ademas de su alimentación -estudió un ciclo superior de Nutrición -, está atenta a las necesidades del alma. Y ahí sabe disfrutar de su soledad y de la compañía de los amigos de "la tropical".