Araceli Vizcaíno Corbal es una mujer que se ha unido al selecto club de pontevedreses que tienen, al menos, cien años. Lo ha hecho en pleno confinamiento pero, una vez que ha comenzado la desescalada, ha querido cumplir con una promesa.
Aunque el Concello, como es tradición -salvo que se rechace por parte de los interesados-, envió a Araceli un ramo de flores el día que cumplió sus 100 primaveras, ella insistió en tomar un café con el alcalde cuando finalizase la cuarentena y reabrieran los bares.
La cita, con todas las medidas de seguridad que recomiendan las autoridades sanitarias, se celebró este viernes en la terraza del Dulce de Leche, en la calle Reina Victoria, un establecimiento situado en las inmediaciones de la vivienda de la cumpleañera.
Ambos han mantenido una amena conversación durante la cual el alcalde se interesó por el estado de salud de Araceli que, como pudo comprobar, es bastante bueno.
Antes de despedirse, ha quedado un envite encima de la mesa. Repetir esta cita cafetera el próximo año y, si todo va bien, ya sin tantas restricciones.