Cuando Luis Campos regresó a su casa este martes, tras pasar la noche realojado en casa de su suegra a causa del espectacular incendio del edificio de A Ferrería, entró por la puerta y se encontró con que "estaba todo lleno de cascotes, cenizas, todo inundado". El panorama era desolador, pero es consciente de que el rastro que ha dejado en su piso del número 10 de la calle Michelena no es nada en comparación con las huellas que imprimió en el edificio directamente afectado.
Desde el balcón de su casa se ve parte del tejado del inmueble afectado y se hace una idea. Desde la ventana de la cocina ve otro lado y sigue creciendo la lista de daños. Pero aún le queda por observar una imagen más desoladora, la que se ve desde el edificio situado al otro lado, el que está también en la calle Michelena pero pegado al incendiado por el otro lado.
En ese otro edificio vive una familia pontevedresa que en la noche de este lunes ya se asustó desde el minuto cero: "Yo pensé que iba a arder toda la manzana, como el barrio de Lisboa". Este martes, cuando volvieron a casa y se asomaron a la terraza, ya más tranquilos porque el fuego no se propagó a más inmuebles, quedaron impresionados. A aquello había quedado reducido el edificio que desde 1896 albergaba en su bajo de los Soportales de A Ferrería la tienda A Moda Ideal, un inmueble del siglo XIX que, dos siglos después, ha quedado reducido a ceniza. Así ha quedado: