La carroza de la Virgen Peregrina volvió a hacer su tradicional salida anual. De nuevo, la plaza del mismo nombre y el trayecto hasta la misma a lo largo de la Michelena se abarrotaron de personas de todas las edades dispuestas a disfrutar de la ofrenda floral y la liberación de las palomas.
Antes de la llegada de la Peregrina a la iglesia, el Pasacalles fue el encargado de amenizar la espera. Primero un grupo con un sonido pop, seguido por uno más folclórico y los bailes gallegos tradicionales. Las agrupaciones Turoqva, Os Alegres de Mourente, Os de Algures, Grupo Polavila, Os Afoutes do Canón de Pau, Gaiteiros das Rías Baixas, Dúos Pontes e Celme recorrieron las calles pontevedresas desde César Boente, pasando por Don Gonzalo, Ánimas, Curros Enríquez, Manuel Quiroga, Don Filiberto, Bastida y Alfóndega, hasta Michelena.
Como es habitual, niños y mayores se vistieron los trajes gallegos tradicionales para tomar parte en la festividad, deleitando a todos los asistentes con sus danzas frente al templo.
Cuando la imagen de la virgen, acompañada de 12 pequeños cofrades y cargando con otros cinco, se acercaba a la plaza, comenzaron a repicar las campanas de la iglesia.
A continuación, llegaron al lugar los ediles 'populares' del gobierno pontevedrés y, en esta ocasión, la presidenta de la Asociación Española Contra el Cáncer en Pontevedra, Josefa Crespo, fue la encargada de realizar la ofrenda floral este año.
Finalmente, fueron liberadas las palomas en la plaza de la Peregrina, una práctica tradicional en esta festividad.