Veinticuatro personas perdieron la vida en las carreteras de la provincia el pasado año

Pontevedra
09 de febrero 2024

El número de fallecimientos se incrementa con respecto al año anterior. El 59% de los accidentes mortales se produjeron en carreteras autonómicas, un 36% en las estatales y el 4% en las locales

Control de alcoholemia de la Guardia Civil de Tráfico
Control de alcoholemia de la Guardia Civil de Tráfico / Mónica Patxot

La Subdelegación del Gobierno en Pontevedra ha publicado este viernes el balance de seguridad vial de la provincia en 2023, año en el que se produjeron un total de 22 siniestros mortales en los que fallecieron 24 personas, dado que hubo dos siniestros con dos fallecidos en Vilaboa y Cambados.

Estas cifras suponen 6 fallecidos más que en el 2022, pero los mismos que en el período 2018-2020 y uno menos que en el 2021.

Las cifras se enmarcan en un contexto de mayor movilidad, recuperando los niveles prepandemia, dado que aumentaron un 1,2% por ciento los desplazamientos en relación con el año anterior y un 2,5% respecto al 2019. Además, la provincia cuenta con un parque de vehículos que se sitúa en los 782.242 utilitarios y vehículos industriales y un censo que se eleva hasta los 609.301 conductores.

El número de heridos graves en accidentes de tráfico fue de 96 personas, y el de heridos leves de 1.364. El número global de siniestros con víctimas fue de 985, lo que supone un ligero aumento interanual pero una bajada de 13,4 puntos con respecto a hace cinco años.

El balance también indica que 20 de las 24 personas fallecidas perdieron la vida en carreteras convencionales, y 4 en vías de alta capacidad. Unos datos que se alinean con las estadísticas nacionales que apuntan que 3 de 4 fallecimientos se producen en este tipo de vías. 

Atendiendo a la titularidad de la vía el 59% de los accidentes mortales registrados en la provincia de Pontevedra en el 2023 se produjeron en carreteras autonómicas, un 36 % en vías de titularidad estatal y un 4% en vías municipales.

Los usuarios vulnerables fallecidos en las carreteras de la provincia representan el 58% de los fallecidos, lo que supone un incremento del 30 % con respecto a 2022. En el 2023, 7 peatones y 7 motoristas perdieron la vida en las carreteras pontevedresas. Este incremento se debe principalmente al número de peatones fallecidos, ya que en el año 2022 no se registró ningún atropello mortal. Además, ningún ciclista y usuario de ciclomotor perdió la vida durante el 2023.

En cuanto a las causas de los accidentes con víctimas mortales, las salidas de vías están detrás de la mitad de los siniestros mortales, mientras que los atropellos y la colisión frontolateral son la causa del 23% y 13,6%, respectivamente, de los accidentes con pérdida de vidas.

En relación a la tipología de los usuarios fallecidos, 15 víctimas eran conductores, 7 peatones y 2 pasajeros. La edad media de las víctimas en la provincia durante el año pasado fue de 52 años y el 75% de las personas fallecidas eran hombres.

En cuanto a la franja horaria más peligrosa, la mayor parte de los accidentes mortales continúan a producirse entre las 07:00 y las 14:00 horas y de lunes a viernes.

Octubre fue el peor mes de 2023, ya que registró el mayor número de accidentes mortales (4) y de víctimas mortales (4), seguido de los meses de junio y julio. En junio hubo 3 accidentes y 3 víctimas mortales y en julio otros 3 siniestros mortales y otras 3 personas fallecidas. Estos dos meses estivales registraron el 25% de las víctimas mortales de 2023. Durante el mes de agosto no se produjo ningún accidente mortal. 

En relación a los factores concurrentes en los accidentes con víctimas en la provincia de Pontevedra, el exceso de velocidad estuvo presente en el 36% de los accidentes con víctimas mortales y en el 23% de los accidentes con víctimas, así como la conducción distraída, que causó también el 36% de los accidentes mortales y el 27 % de los accidentes con víctimas.

Por último, el balance recoge los datos relativos a los controles que se realizan tras los accidentes en los que se constató que un 5,7% de los conductores siniestrados habían consumido alcohol. La Guardia Civil de Tráfico realizó el año pasado 200.392 alcoholemias, de las que apenas el 2.61 % fueron positivas. Además, se realizaron 3.773 pruebas de drogas que en un 53,71 % de los casos fueron positivos.